El Festival de Otoño de Madrid

Aproximadamente hace un mes apareció el avance de programación del Festival de Otoño de la comunidad autónoma. Todos los aficionados a la música esperábamos con avidez la aparición del programa definitivo con fechas, precios, intérpretes, etcétera. Y empezaron los problemas. Con tan sólo una semana de intervalo aparece el programa y salen a la venta las entradas. A esto se le llama previsión.Ante el interés de unos amigos míos de Barcelona en asistir a varios de los conciertos del Real, me hago cargo yo de la obtención de los pertinentes abonos y es por ello que el jueves 29 de agosto fui a las oficinas del Festival de Otoño para preguntar cuántos abonos pueden adquirirse por persona. Me respondieron que seis.

El día 3, a las 6.30, me persono en el teatro Real, ya que los abonos salen a la venta el mismo día a las once de la mañana, y compruebo que a esas horas sólo hay 14 personas delante de mí. Luego me enteraré que hago el número 94 por mor de las famosas, prohibidas e inútiles listas. Naturalmente, las 80 personas que teóricamente tengo por delante no aparecieron hasta las diez de la mañana. A esto se le llama poca vergüenza.

A las once se abre la taquilla y... ¡sorpresa!: se corre la voz de que van a despachar cuatro (y no seis) por persona. Dos de mis amigos se han quedado sin abonos por culpa de alguien. Más tarde llamo al festival pidiendo explicaciones de lo ocurrido. Respuesta: "Lo sentimos, pero no podemos hacer nada. Ha sido una decisión tomada unilateralmente por el teatro Real, ya que la taquilla no está acostumbrada a despachar más de cuatro por persona (sic). Además, había mucha gente esperando y estimaron oportuno hacerlo así (?)".

Deberían saber en el teatro Real que el organismo que alquila el teatro se reserva el derecho de procurar la distribución de las localidades o de los abonos como crean conveniente.-