Nunca digas sí y para siempre jamás
La inseguridad que aprisiona la contratación de acciones en las bolsas durante los últimos meses se extendió ayer de nuevo a las cotizaciones, y hasta la propia renta fija. Sin abandonar la tónica de escaso negocio, bajaron buena parte de los valores que habían subido el día anterior, sobre todo en el sector eléctrico. El índice general de Madrid perdió 23 centésimas, aunque el de Valencia llegó a 84 y el de Bilbao a 67. Que hubiera más títulos con dinero para comprar que papel para vender ha resultado otra vez intrancendente. Por desconfiar, los mercados dudan hasta de que la baja de tipos de interés del dinero pueda continuar por mucho tiempo, y han vuelto a estar dominados por el ansia de beneficio inmediato. Pero también se observan tomas de posición selectivas, en las que no prima tanto el ambiente como el dividendo esperado.El volumen de contratación de acciones, cifrado oficialmente para el primer día de la semana en 895 millones de pesetas, parece haberse mantenido en Madrid por debajo de los 1.000 millones, salvo que haya sido elevado por operaciones realizadas al margen de los corros. Un signo similar ha tenido la renta fija. Los acusados descensos en los tipos de interés de los pagarés del Tesoro comprados por las entidades de crédito al Banco de España se desplazaron ayer parcialmente a los bursátiles. No obstante, el negocio de éstos ha sido espectacularmente bajo respecto al lunes: 287,5 millones de pesetas para los ejecutados normalmente y 362 millones para las operaciones con pacto de recompra.
Cantábrico, Hidrola, Iberduero, Sevillana y Unión Fenosa fueron las eléctricas con mayor movimiento de precios en los corros. Varios valores salvaron su cotización de la presión vendedora, entre ellos los que habían bajado el día anterior. Los habituales atribuían la caída general del sector, principalmente, al retraso en los intercambios de activos, las ventas de extranjeros y la presencia de algunas órdenes, sobre todo procedentes de la clientela bancaria, que persiguen la realización de minusvalías antes de que sea debatida en Cortes y promulgada la anunciada reforma legal en el impuesto sobre la renta.
Los extranjeros, culpados en las últimas semanas de que Telefónica haya bajado en poco tiempo del 120% al 113,5% en que lleva varias días estabilizada, saben que las bolsas españolas ofrecen mayores márgenes de beneficio que otras. Pero les atrae el negocio fácil y parecen estar utilizando parte de sus fuertes compras del pasado reciente para realizar beneficios, a la espera de que España prepare su entrada en la Comunidad Económica Europea con una depreciación del tipo de cambio que les haría más barato el volver a comprar. Esta labor se atribuye fundamentalmente a los suizos y los alemanes, mientras que de los ingleses los comentarios dicen que la esterlina no tiene mayores márgenes de apreciación respecto a la peseta.
Con todo, el lánguido mercado ha iniciado una toma selectiva de posiciones. Sin permanecer ajena al día a día, la escasa inversión bursátil mira hacia las empresas de las que cabe esperar mejores resultados para el presente año o hacia las que mejor pueden superar el reto europeo.
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