El Gobierno Thatcher ha generado un millón más de accionistas privados en las empresas públicas
Desde que el Gobierno Thatcher llegó al poder en el Reino Unido, el número de accionistas privados en el sector público británico ha pasado de 1,75 millones en el año 1979 hasta los 2,8 millones en estos momentos, como consecuencia, esencialmente, de la venta de industrias estatales llevadas a cabo por el Gobierno conservador de la dama de hierro. Un fenómeno que ha sido ya calificado en el propio ejecutivo británico como una "imparable revolución de los inversores".
"El capitalismo del pueblo está en el mercado, y hemos creado un flujo. que no va a dar marcha atrás". Las palabras son del propio Chancellor of the Exchequer -ministro de Finanzas- británico; Nigel Lawson, uno de los artífices de esta nueva filosofía conservadora que recorre las islas.Según las previsiones oficiales, el número de accionistas privados en empresas públicas irá en aumento y será todavía mayor cuando otras compañías estatales sean vendidas y se culmine un programa que habrá reducido drásticamente el sector industrial del Estado, que pasará entonces de representar el 10.5% del Producto Nacional Bruto (PIB) a tan sólo el 6,5%.
Ayudado por un mercado en expansión, el Gobierno Thatcher ha potenciado de forma importante la adquisición de acciones en múltiples frentes, desde la propia reforma del funcionamiento de la Bolsa hasta la posibilidad de comprar acciones de empresas estatales a precios ventajosos.
Buena prueba de ello son los datos que se deducen de los seis años de mando de este Gobierno, en los que se han vendido total o parcialmente 17 empresas, desde British Petroleum hasta la compañía automovilística Jaguar, siendo probablemente la de British Telecom la que puede erigirse en la más señera dentro de toda esta ola reprivatizadora. Aproximadamente más de dos millones de personas han comprado acciones de esta compañía cuando salieron al mercado el pasado mes de noviembare, y según cálculos oficiales, se estima que al menos un millón de estos nunca habían poseído ante acciones de ningún tipo.
Oposición laborista
Asimismo, la compañía estatal de aviación British Airways, la compañía nacional de autobuses, la British Gas Corporation o una caja de ahorros estatal son algunas de las sociedades públicas que podrán pasar a manos privadas en los dos próximos años. Igualmente, el Gobierno está contemplando la posibilidad de vender una porción de su participación accionarial en empresas de agua y electricidad.
La puesta en práctica de esta filosofía se está realizando, como es lógico, con la oposición de los laboristas, que han protestado fuertemente por la reprivatización, que es uno de los métodos, en su opinión, por el que los ricos se están convirtiendo en más ricos y los pobres empobreciéndose cada vez más durante el mandato de Margaret Thatcher.
Así, en la conferencia anual que celebrará este partido a finales del presente mes de septiembre, un total de 25 mociones plantearán la renacionalización de las empresas vendidas por el Gobierno conservador, comprándoselas a los accionistas privados a precio de coste.
Sin embargo, el Gobierno conservador está preparando nuevas medidas para hacer triunifar sus planes, entre las que hay que incluir una mayor liberalización en el mercado de valores, previsiblemente para el próximo año, con objeto de facilitar una mayor adquisición de acciones por parte del público. Nigel Lawson tiene como referencia en este sentido el ejemplo de Estados Unidos, donde el 25% de la población adulta posee acciones, mientras que en el Reino Unido ese porcentaje es de sólo el 7%. En este sentido, el Gobierno Thacther está realizando gestiones entre los agentes de bolsa para simplificar las operaciones para los pequeños inversores.
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