Los ministros de Asuntos Exteriores de los 'diez' revisarán los tratados europeos

España demostrará en los próximos meses su "actitud constructiva en el proceso de unión europea", y ",no será excusa, freno o justificación para no avanzar", señaló ayer en Luxemburgo Manuel Marín, secretario de Estado para las Comunidades Europeas. Marín, encabezando la delegación española, asistió como observador a los debates de. la primera reunión de la Conferencia Intergubernamental de ministros de Asuntos Exteriores de los diez sobre la revisión de los tratados europeos. Si revisión hay al final.En cierto sentido, ayer fue un día histórico. Ninguna conferencia intergubernamental se había reunido desde la creación del Tratado de Roma en 1957 para hacer avanzar Europa, como recordó el presidente de esta reunión, el titular de Exteriores luxemburgués, Jacques de Poos, quien aseguró que "un fracaso de la conferencia sería un fracaso de la CEE". No obstante, si todos los países estaban dispuestos a colaborar en el empeño, algunos -especialmente Grecia y Dinamarca, junto al Reino Unido- siguen reticentes a reformar los tratados existentes. Y las primeras escaramuzas empezaron ayer sobre diversos temas. Otros países, como la República Federal de Alemania (RFA), lanzaron el mensaje de que no hay que crear expectativas desmesuradas. Manuel Marín, por su parte, expresó los temores españoles ante la táctica del mínimo común denominador que España ha padecido en las negociaciones de adhesión, y apoyó el enfoque pragmático adoptado por el Presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors. En todo caso, Marín cree que este. proceso ahora en marcha tardará tres o cuatro años en desembocar.

Decidido el calendario

Ayer se decidió un sistema y un calendario. Se examinarán. los campos en los que podría avanzar la CEE, y que son fundamentalmente cinco: la creación de un gran mercado interior; la puesta en pie de una integración monetaria; las nuevas tecnologías; el medio ambiente, y un quinto grupo que incluiría la cultura, la educación y la sanidad. Luego se examinará si hay que reformar o no el Tratado de Roma para estos fines. En la cuestión institucional se examinarán la mayor participación del Parlamento Europeo a las labores legislativas de la CEE, el aumento de las competencias de la Comisión Europea y el recurso más frecuente al voto mayoritario en el seno del Consejo de Ministros de la CEE.

De aquí a la cumbre europea del 2 de diciembre, los titulares de Exteriores de los diez más dos celebrarán cinco reuniones, con otras de preparación a nivel más bajo. La presidencia ha pedido que los participantes presenten propuestas concretas de reforma de los Tratados antes del 15 de octubre. La Comisión Europea lo hará la próxima semana. El Parlamento Europeo será consultado estrechamente y podrá sugerir cuestiones concretas.

En su intervención en la sala de reuniones, Marín insistió en que si hay que crear un mercado interior en la CEE hay que poner en marcha a la vez una convergencia económica para evitar desequilibrios, potenciando las políticas regional y social y poniendo en marcha otras políticas comunitarias.

España, según Marín, es partidaria de "borrar los efectos perverso" del recurso al veto y de ampliar las competencias de la Comisión -de forma concurrente con el Consejo, más que exclusiva, pero Marín fue más comedido en cuanto a otorgar más poderes al Parlamento Europeo. No excluyó que España presente propuestas concretas, a pesar de su carácter de observador en la conferencia, en las próximas semanas.

Marín comentó que el 14 y 15 de octubre, con ocasión de la visita de Jacques Delors a Madrid, se anunciarán los nombres de los dos comisarios españoles. Uno de ellos es, sin duda, Marín, que ocupará una vicepresidencia. Para el otro puesto vuelve a sonar con fuerza en Bruselas el nombre de Eduardo Punset, ex-ministro de Relaciones con la CEE.