España e Israel
THE ECONOMIST
Después de dos años de negativa y de rechazo, España está preparando ofrecer a Israel un apretón de manos. Según el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, España establecerá relaciones diplomáticas con Israel antes de las próximas elecciones generales. Pese a que el acto electoral se espera que tenga lugar en junio del año próximo, el Gobierno puede adelantar la fecha para conservar la ventaja que tiene todavía en las encuestas de opinión.
El reconocimiento de Israel significará una ruptura con la política del general Franco en Oriente Próximo, que han mantenido los sucesivos Gobiernos democráticos.
Franco hizo un pacto con los líderes árabes: ellos apoyarían la admisión de España en las Naciones Unidas y la reclamación para la devolución de Gibraltar, y a cambio, España trataría de que los países latinoamericanos apoyen a los árabes, incluyendo el no reconocimiento de Israel.
Después de la muerte de Franco en 1975, el primer ministro de la democracia, Adolfo Suárez, se creyó muy vulnerable ante la presión económica árabe para reconocer a Israel. Los líderes árabes llegaron a amenazar con retirar un crédito de 500 millones de dólares para impedir que el rey Juan Carlos inaugurase un congreso, judío en Madrid. Durante estos años, el coronel Gaddafi y otros gobernantes árabes advirtieron a España su disgusto si España rompía con la política de Franco.
El apoyo árabe a las reclamaciones de Marruecos sobre Ceuta y Melilla, los enclaves españoles en el norte de África y la ayuda ocasional al movimiento regionalista andaluz han sido interpretados como un toque de atención a España para que no cambie su línea política. Después de la victoria socialista, en octubre de 1982, los diplomáticos árabes maniobraron discretamente, pero con éxito, para impedir que entrase en el Gobierno Enrique Múgica, el único político judío, y cultivaron a los tercermundistas del partido. Aun así, el primer ministro, Felipe González, mantuvo sus contactos con el Partido Laborista israelí en la Internacional Socialista. Muchos socialistas moderados hace tiempo que han afirmado que el boicoteo era vergonzoso, teniendo en cuenta que Israel fue el único país de Oriente Próximo que apoyó los movimientos dmocráticos españoles durante la dictadura de Franco.
Pese a muchos años de propaganda antisemita, religiosa y política, los sondeos de opinión demuestran que un 50% de los españoles son favorables a las relaciones diplomáticas con Israel, y que sólo un,107. se opone (...).
9 de septiembre
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