España tiene un indice de accidentes en la minería superior en un 120% al de los países comunitarios, según UGT

La minería española tiene un índice de frecuencia en accidentes un 120% superior al de la Comunidad Económica Europea. Y el índice de mortalidad en las instalaciones de España es el 400% del del Reino Unido. Las causas de esta situación son el incremento de la productividad, sin la preparación adecuada, y la indiferencia de la Administración por todo lo relativo a la seguridad, según un informe elaborado por los servicios técnicos de UGT de Minería, refrendado por su secretario general, José Antonio Saavedra. En lo que va de año, se han producido 57 muertos en España, más que en todo 1984.

En España en los últimos 10 años han muerto cerca de 1.000 mineros. Los datos que maneja la federación minera de UGT -basados en cifras de la Dirección General de Minas- apuntan a un incremento del índice de frecuencia de los accidentes en la minería española desde 1980. En lo que va de año, se ha superado el número de mineros muertos en todo 1984, y el índice de frecuencia, que en 1980 fue del 0,98, se ha situado en 1,03. Estas cifras colocan a la minería española a la cabeza en número de accidentes de los países de la CEE.Las causas de los altos índices de mortalidad en la minería española, según UGT, son varias. José Antonio Saavedra, secretario general de la federación minera de la central socialista, señala como las más importantes "el desconocimiento de las condiciones geomecánicas, de los comportamientos del terreno, el aumento de la productividad, sin la contrapartida de una mayor formación y el desinterés de la propia Administración por todo lo relativo a la seguridad minera".

Potencia instalada

De 1970 a 1980 la potencia instalada en las minas españolas se ha multiplicado por 2,5. Las repercusiones que ello ha tenido sobre la siniestralidad han sido, según Saavedra, muy importantes. Desde 1974 el índice de absentismo por accidentes de trabajo en la minería española ha subido en un 126%. En 1983 se perdieron 131.412 jornadas por esta causa. Y en 1984 la Seguridad Social pagó por días perdidos por accidentes laborales unos 3.600 millones de pesetas. "Pero nadie dice nada", se lamenta el secretario general de UGT minera. "Las empresas porque lo paga el Estado, y la Administración porque no se entera de lo que pasa en nuestras minas".

Como ejemplo del desinterés con que la Administración aborda todo lo referente a la seguridad, Saavedra explica que los accidentes registrados a primeros de agosto, que costaron la vida a varios mineros aún no han sido investigados por la Comisión Nacional de Seguridad. Minera. "Es una práctica habitual, los informes se hacen varias semanas después del accidente con lo que resulta muy difícil establecer las responsabilidades".

Este desinterés lo amplían al propio presidente del Gobierno, Felipe González. El pasado mes de mayo, José Antonio Saavedra remitió una carta a Felipe González, en la que con cierta ironía le decía que "acusamos recibo de tu silencio, tanto sobre la promesa que nos hiciste hace cuatro meses de clarificar el sector minero, como de la carta que te enviamos hace hoy dos meses".

En el escrito le comentaba que se había puesto en marcha un reglamento de Seguridad y Policía Minera, "que si tienes tiempo y ganas solicita una copia y lo lees". Según UGT, el reglamento resume el ya existente, considerado obsoleto, y deja su desarrollo a los Gobiernos autónomos. Sólo con motivo del último accidente, el Principado de Asturias ha presentado unas normas de seguridad en las minas.

Otra de las causas de siniestralidad y muerte es la escasa formación de los trabajadores del sector. No existen escuelas de formación, salvo "una en León que no es precisamente un modelo de funcionamiento". Informes elaborados por el sindicato minero de UGT señalan que la edad media de los mineros muertos ronda los 30 años. A juicio de esta organización, se trata de jóvenes sin experiencia que no conocen el ambiente de trabajo, contratados como ayudantes y que terminan haciendo tareas de picador. "Todavía", dice Saavedra, "se tiene la idea de que la vida del minero depende de su suerte. Por algo el primer organismo se llamó Dirección General de Minas y Loterías".