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Acoso al régimen del 'apartheid'

Pretoria ordena el cierre de colegios mestizos

El Gobierno decidió ayer el cierre durante tiempo indefinido de la mitad de las escuelas de los barrios mestizos, o coloured, de Ciudad del Cabo, debido a la ola de violencia racial que sacude a la provincia meridional surafricana y que se ha cobrado más de 30 víctimas en la última semana. La medida afecta a 454 escuelas, donde reciben educación unos 350.000 estudiantes de primera y segunda enseñanza. Carter Ebrahim, ministro de Educación en la Cámara de Representantes mestiza del Parlamento tricameral, manifestó que la medida se había adoptado con el fin de proteger la integridad física de los niños.

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Por su parte, y ante la gravedad de la situación en los últimos días en la provincia de El Cabo, donde se han registrado choques diarios entre los miembros de las comunidades mestiza y negra y las fuerzas de seguridad, los ministros de Defensa (general Magnus Malan) y de Ley y Orden (Louis le Grange) realizaron una breve visita a la ciudad, donde se entrevistaron con los responsables de la policía y ,de las fuerzas del Ejército, para someter un informe al presidente, Pieter Botha.En una declaración hecha en Bloemfontein, Le Grange rnanifestó que el Gobierno tomaría toda clase de medidas para terminar con la situación de violencia en la península de El Cabo, que además de las pérdidas en vidas humanas ha causado ya daños estimados en unos 90 millones de rands, (unos 650 millones de pesetas). Le Grange rechazó una petición formulada por el líder de la oposición blanca, doctor Frederick van Zyl Slabbert, para que el Gobierno pusiera en libertad a todos los detenidos, y calificó la propuesta de "ingenua".

Para el ministro de Ley y Orden, la situación está volviendo a la normalidad como consecuencia de la aplicación del estado de emergencia, que fue decretado por el Gobierno el pasado 21 de julio en aproximadamente el 15% del país.

Sin embargo, a pesar de estas declaraciones, la violencia volvió a hacer su aparición en la madrugada de ayer en el barrio de Salt River, donde una multitud enfurecida lanzó bombas de gasolina contra la policía, después de que ésta hubiera disparado contra un miembro de la comunidad mestiza. En otro incidente, en el barrio de AnhIone, dos fotógrafos de la agencia France Presse y un camarógrafo de un servicio mundial de televisión con sede en Londres, el Worldwide Television News, fueron golpeados por la policía cuando filmaban los incidentes.

Por su parte, el presidente del Consejo Mundial de Iglesias Reformadas y dirigente del Frente Democrático Unido, opuesto a la política de apartheid, Alan Boesak, detenido desde la pasada semana por haber intentado organizar una manifestación de apoyo al líder opositor Nelson Mandela, ha pedido a los estudiantes de la comunidad mestiza, a la que él pertenece, que cesen toda clase de violencia con el fin de evitar más pérdidas de vidas.

Entre tanto, Pretoria, sede del Gobierno y la única ciudad surafricana donde la población blanca constituye mayoría, presenció ayer una escena inédita hasta ahora en el país. Un grupo de 32 seminaristas católicos, dos de ellos blancos, desafió las leyes vigentes que prohíben las manifestaciones y se dirigió hacia los Union Buildings, que alojan los organismos gubernamentales, y entre ellos la Presidencia de la República, para entregar un mensaje dirigido al jefe del Estado.

Los seminaristas marcharon de tres en fondo entonando cantos religiosos y el himno de los movimientos de liberación africanos, cuyas primeras palabras son "Nkosi sikele i Afrika", cuya traducción,puede ser "Dios bendiga o salve a Africa".

En el mensaje entregado en la recepción de los edificios gubernamentales, los seminaristas expresaban a Botha su "preocupación sobre el estado de nuestro país", a la vez que pedían Ia introducción de cambios fundamentales" en Suráfrica. "Como hombres fieles al Evangelio debemos manifestar nuestra total oposición al apartheid y a toda la cultura que se ha creado en torno a él", añadía el mensaje. La policía no intervino en ningún momento, y los seminaristas abandonaron el recinto, situado en una colina desde la que se domina toda Pretoria, con el mismo orden y cantando los mismos himnos que a su llegada.

Reagan se disculpa

[El presidente norteamericano, Ronald Reagan, pidió ayer en Washington disculpas por unas declaraciones efectuadas el pasado 26 de agosto en las que afirmó que el apartheid había sido eliminado en Suráfrica, informa Reuter. "No quise decir eso, y siento haber dado equivocadamente la impresión de que ha sido eliminado completamente", dijo Reagan.

"No estoy tan mal informado como muchos de ustedes han dicho", declaró, dirigiéndose a los periodistas. Reagan admitió que existen campos en los que el apartheid no ha sido eliminado, aunque, dijo, "se han hecho grandes progresos" en este sentido.

El presidente expresó su oposición al establecimiento de sanciones económicas contra África del Sur, y subrayó que la política de compromiso constructivo desarrollada por Washington frente a Pretoria "es la única cosa que ha dado señales de progresos en esta situación".

Reagan no quiso indicar cuál será su actitud de cara a la probable aprobación por parte del Congreso de sanciones contra Suráfrica, y afirmó que todavía está examinando el tema con sus asesores.]

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