Javier G. Castillo,

madrileño de 33 años, vivió ayer en Madrid un momento sorprendente al quedarse su hijo Jaime de 10 meses encerrado en el interior de su coche y ser rescatado por un joven motorista que en ese momento circulaba por la zona. Al darse cuenta de que las llaves del coche se le habían quedado dentro tras bloquear las cuatro puertas, Castillo solicitó la ayuda de los transeúntes y vecinos del barrio. En su auxilio acudió una pareja de la nueva policía de barrio y entre todos intentaron sin resultado positivo abrir el coche. En ese momento, un joven motorista pasó por allí y sin dudarlo bajó dispuesto a ver si podía ayudar en algo. Tras la exclamación de la policía de "¡ahí viene el experto!", el anónimo motorista sacó de¡ bolsillo una pequeña lámina metálica que le permitió en dos. segundos abrir el coche. Después de un "¿no me iréis a detener, verdad?" dirigido con ironía a la policía se despidió con toda naturalidad y siguió su camino.