Sacerdotes casados
He leído durante estos días las crónicas que enviaban desde Italia sobre la reunión de sacerdotes casados y con especial atención la entrevista a Jerónimo Podestá.Qué gran paralelismo entre Lutero y estos señores. Está claro que no se inventa nada nuevo. Ya Lutero consiguió provocar un cisma al tratar de justificar doctrinalmente sus problemas morales. Por extensión intentan apoyar nuevas doctrinas -léase, ahora teología de la liberación- con las que camuflar sus errores y oponerse a la jerarquía que no puede transigir en cambiar el depósito doctrinal ni justificar situaciones injustificables.Es una pena que estas personas piensen que con ello ya están resueltos todos sus problemas. La Iglesia es como es y tiene la doctrina que tiene, y no puede cambiar porque esa doctrina no es suya: la tiene en depósito, recibida de Dios. Al que esto no le guste, que se vaya; nadie le obliga a quedarse, pero que no intenten justificar lo que no tiene justificación.-
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