¿De qué color es la piel de Dios?

De piel blanca, William Keighley -codirector, con Michael Curtiz, de Robín de los bosques, y autor de Contra el imperio del crimen y La calle sin nombre- realizó una película de piel negra. Se trataba de una obra teatral, de cierto éxito, de Marc Connelly, Pastos verdes. En ella la acción se sitúa en una pequeña parroquia-escuela dominical de los Estados del Sur, donde tiene acto una representación fantasmal de la Biblia.La película, en la que su productora, la Warner, tenía despositadas muchas esperanzas, fue un fracaso comercial, no llegándose a estrenar en muchos países, entre ellos el nuestro. Y es que no encajó ni la propuesta -humanizadora e integrista- ni su puesta en escena, trufada de melodías de Hall Johnson ilustrando cada pasaje bíblico. El estilo puede parecerse al de El sueño de una noche de verano, también de la Warner y con una escenografía similar por sus tonos angelicales y evanescentes, pero no posee el delirio que Reinhardt y Dieterle supieron insuflar a su libre adaptación shakespeariana.

Por otra parte, el reparto estuvo compuesto de nombres anónimos; el más conocido, el actor de color Rex Ingram, que interpreta el sermón, digo el papel principal. Ingram sería poco después, en el Oriente Próximo, el inolvidable genio de El ladrón de Bagdad -versión Sabis-, y más tarde, en el Sáhara, compañero de Bogart.

Pastos verdes se emite hoy, a las 22.30, por la segunda cadena.