Ordenada una detallada revisión de los motores de los aviones como el que falló en Manchester
La compañía norteamericana Pratt and Whitney, fabricante de los motores del Boeing 737 accidentado el jueves en Manchester, recomendó a sus cientos de usuarios que intensifiquen la vigilancia sobre estos motores, al descubrir un fallo que pudo haber causado la tragedia que costó la vida a 54 personas en el peor accidente aéreo registrado en los últimos 13 años en el Reino Unido.Cuatro expertos de la firma norteamericana que llegaron al Reino Unido para estudiar las causas posibles del desastre anunciaron ayer que un mal funcionamiento en los quemadores del motor izquierdo provocó el accidente. Los quemadores, situados detrás de las turbinas, inyectaron una mezcla de aire y queroseno en la cámara de combustión del reactor, provocando su explosión.
Según ambas versiones, lo que sucedió después fue que el conducto principal de alimentación de combustible del motor, situado sobre el ala, se rompió y el líquido inflamado envolvió en pocos segundos el cuerpo del aparato convirtiéndolo en una tea.
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