Miguel Ángel Díez estrena un filme sobre 'Luces de Bohemia'

El tercer largometraje de Miguel Ángel Díez, Luces de Bohemia, basado en la obra teatral de Valle-Inclán, se estrena hoy en Madrid. La adaptación ha sido realizada por Mario Camus, y encabezan el reparto Francisco Rabal, como Max Estrella, y Agustín González, como don Latino. Otros actores que intervienen son Fernando Fernán Gómez, Paula Molina e Imanol Arias. El filme Iba costado 124 millones de pesetas, con una subvención del Instituto de la Cinematografía de 56 millones.

Miguel Ángel Díez llevaba diez años intentando dirigir esta película. "Hasta el año 74", dice, "fui alumno de la Escuela Oficial de Cine, y desde entonces; sentí una atracción tremenda por esta obra de Valle, que era objeto de estudio allí. Ahora he conseguido realizar mi sueño y sólo he pretendido trasladar la obra al cine con el máximo rigor, dirigida al mayor número de público posible". Para ello ha contado con la. colaboración de Mario Camus,al que considera "el mejor adaptador cinematográfico de este país", y con un reparto de actores que le parecen "magníficos, algunos de los cuales, que normalmente actúan como protagonistas, hacen papeles lecundarios".

Adaptador y director han variado ligeramente la estructura dramática de la obra. La película comienza con el entierro de Max Estrella, para luego pasar, por medio de un actor que podría identificarse con Valle-Inclán, al recuerdo del último día en la vida de su personaje. La intensidad del lenguaje del escritor ha preocupado a Miguel Ángel Díez.

"Hay un problema de narrativa cinematográfica", señala el director del filme, "con el que me he tenido que enfrentar en todas las escenas: y es que el texto de Valle es tan intenso que a mí como director de cine me costaba verdadero esfuerzo encontrar la oportunidad de alejarme de los actores para hacer un plano general y mostrar el entorno que los rodea, porque el texto es ya una imagen continua".

Aventura difícil

Díez ha querido introducir en todo el filme elementos escenográficos, con el fin de que nunca se olvide la raíz teatral de la que nace. Para un director joven como él, que sólo había dirigido anteriormente dos filmes, Pecado mortal, y De fresa, limón y menta, y cuatro cortometrajes, hacer Luces de Bohemia ha supuesto un gran esfuerzo. "Creo que con una obra de Valle-Inclán", afirma "sea cual sea el punto de vista que se utilice, el escritor siempre gana. Yo me he adentrado en una aventura que sabía que iba a ser muy difícil. Si hubiese utilizado un texto mío estaría muy tranquilo, porque he quedado satisfecho con el trabajo".En el rodaje, que duró nueve semanas y media, Díez perdió nueve kilos de peso. Su preocupación actual es la crítica que va a recibir desde distintos medios artísticos. "Espero", dice, "haber sido fiel a Valle-Inclán, y que este rigor sea captado por crítica y público".