Gorbachov continúa sus reformas económicas
El exuberante sistema de ministerios de la URSS (115 carteras), heredado de la época de Leonid Breznev, va a ser el gran perdedor de los cambios económicos que Gorbachov y su equipo anuncian, prefiriendo la palabra perfeccionamiento a la de reforma y evitando iniciativa privada y mercado. Desde que el máximo dirigente sentara precedente con duras palabras, los ministerios han sido el objeto preferido de las críticas que publican ahora los periódicos soviéticos.
A los ministerios y al complicado entramado que suponen se responsabiliza ahora del retraso tecnológico, la burocracia, la desidia y la irracionalidad encadenada en la gestión. En una fábrica de pesas de halterofilia, la dirección recibe disposiciones ministeriales que le obligan a reducir el contenido de metal de la producción, de acuerdo con unas normas de ahorro generalizadas para todas las empresas del sector. Como el número de kilos de los aparatos no puede alterarse, ya que depende de unos requisitos deportivos, la dirección acaba por utilizar piedras recubiertas por un baño de metal para que den el peso. Las piedras pasan así a la fórmula de componentes como "equilibradores a base de silicatos", y el ministerio se da por satisfecho, sin investigar qué se encuentra tras la denominación. Esta historia procede de las páginas de humor de la revista Literaturnaia Gazeta, que no especifica si es auténtica o no.Otras historias contadas como verdaderas no le van, sin embargo, a la zaga. Once ministros han sido relevados de sus funciones en lo que va de año. Sólo uno de ellos, el de Educación Media y Superior, no tenía que ver con el campo de la economía, al que pertenecen los otros cesados. La lista incluye el ministro de Industria Petrolera, de Energía y Electrificación, de Industria Ligera, de Construcciones Industriales y de la Industria de Materiales de Construcción, entre otros.
Los ministerios soviéticos pierden prestigio y posición social en "una reestructuración del mecanismo económico, en el sentido de una mayor utilización de métodos económicos de dirección", según señalaba recientemente la prestigiosa economista soviética Tatiana Zaslavskaia, del Instituto de Economía de Novosibirsk, en la revista Eko. Zaslavskaia, considerada la autora de Los papeles de Novosibirsk (una corrosiva crítica al funcionamiento del sistema económico filtrada en tiempos de Andropov), mantiene que en la sociedad soviética hay intereses conflictivos en relación a los cambios que deben producirse en la economía para hacerla más eficaz. Sugiere una "estrategia social que bloquee la acción de los grupos con tendencia a frenar" la solución de los problernas planteados en la economía.
Sin contar con los ministerios a nivel de república, que perderán posiblemente terreno en favor de las organizaciones territoriales de empresas, el total de ministerios económicos de la URSS es de 48. A ellos hay que añadir los comités estatales con categoría ministerial, como el gigantesco Gosplan (organismo de planificación), el comité de normativización, el banco central, la oficina de estadística y el comité de aprovisionamiento.
Volver a centralizar
La estructura ministerial existente se remonta a la época de Breznev, quien recentralizó lo que había descentralizado Nikita Jruschov, que abolió los ministerios industriales en 1957, dividiendo su poder entre los organismos de planificación y unos consejos económicos regionales denominados sovnarjos.La idea ahora no es volver a la descentralización de Jruschov, considerada disolvente para elEstado, sino mejorar el mecanisnio existente aumentando el grado de gestión de las empresas y manteniendo el sistema de planificación central. Todo ello a costa de los ministerios, a quienes, según los proyectos en marcha, las empresas ya no tendrán que pedir cada año ni consultar para el detalle más insignificante.
La envergadura de los cambios está en gran parte por determinar y habrá que esperar probablemente al 27º Congreso del partido, que se reunirá a finales de febrero para aprobar el próximo plan quinquenal y dar nuevas directrices económicas. Entre las hipótesis barajadas está la fusión de puestos. A Nikolai Tijonov, el jefe del Gobierno, considerado un representante de la vieja guardia, se le augura una pronta jubilación.
Las empresas soviéticas están adscritas a los ministerios, dentro de un sistema estatal que funciona como una gigantesca corporación. Los ministerios distribuyen fondos para el cumplimiento de los planes entre las empresas subordinadas. Si la empresa no gasta el dinero, debe devolverlo al ministerio. En la práctica esto repercute en la próxima asignación, que será menor, ya que la empresa ha demostrado no necesitar todos los fondos. Como el ahorro y la eficacia son penalizados de hecho por el sistema, las empresas tratan de obtener el máximo de fondos, produciéndose así casos como el narrado desde las páginas de Izveztia. Se trata de una fábrica que necesitaba un determinado tipo de torno deficitario en el mercado. La fábrica no podía encontrarlo, pero para gastar el dinero compró otro torno que no necesitaba, con lo cual generó una demanda que estimuló la producción de tornos inútiles. La conclusión era elemental: si la empresa dispusiera de fondos, compraría lo que no necesita.
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