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Reportaje:Los equipos de Primera División, ante la próxima temporada

El Español, entre filigranas deportivas y económicas

El Español, como casi siempre, afronta la nueva temporada haciendo filigranas deportivas y económicas. No es una excepción, porque la crisis es general. Pero es duro para una directiva que lo ha intentado todo con el único fin de dar proyección social a un club que lucha contra el canibalismo de su más directo rival ciudadano. Pese a todo, su trayectoria deportiva durante la pretemporada es esperanzadora. El equipo blanquiazul, que se concentró en Bagnéres de Luchón, todavía no conoce la derrota y está a la espera de su enfrentamiento con el Madrid el día 23, en el torneo Ciudad de Barcelona.Desde que un día Manuel Meler le cediera los trastos presidenciales, Antoni Baró, actual presidente de la Liga de Fútbol Profesional, su junta directiva se ha esforzado en limpiar la imagen del club, y hasta cierto punto lo ha conseguido. "Hemos situado al Español en el lugar que se merece, en Barcelona y en el resto de España", dijo Baró eufórico en el acto protocolario de la presentación de plantilla.

El presidente blanquiazul no pudo permitirse más licencias. La cruda realidad del club está escrita en cifras: más de 40 millones de déficit, y lo que es más grave, con escasas posibilidades de enjugarlo, dado el exiguo número de socios. Ni las campañas organizadas está en marcha una por TV 3, con Nkono como protagonista- por el vicepresidente Ferrán Martorell, avezado publicista, han podido convencer a más de 18.000 periquitos. La cifra de 25.000 -el objetivo que se impusieron- cada vez parece más inalcanzable.

Con tanta penuria económica es lógico que se haya dictado la orden de apretarse el cinturón. No ha habido fichajes de relumbrón en el Español. Tan sólo dos y aprovechando las rebajas futbolísticas: Mentxaca y García Pitarch. Tampoco se ha aligerado la nómina porque las bajas. (Sirvent, Haro, Lacalle y Palanca) no tenían fichas millonarias. Sin duda, alguna el mejor fichaje españolista no es otro que la continuidad de un hombre oscuro y gris, poco conocido por el aficionado, llamado Ramón Paris. La mitad de la plantilla del Español es obra suya, aunque otros se atribuyan ese mérito.

Paris es un caso atípico entre los intermediarios u hombres de negocios futbolísticos, por emplear el eufemismo con el que gustan autodenominarse. Trabaja casi en solitario y con mayor seriedad que sus competidores. No domina ningún idioma, pero está en contacto con casi todo el mundo, aunque se mueve con mayor soltura entre las gentes del fútbol modesto.

La auténtica cantera

A Paris jamás se le ha visto hacer una virguería con un balón, pero su ojo clínico para descubrir futuras figuras y su habilidad para contratarlas ha llamado la atención de los poderosos. Le han tentado algunas veces, pero él sigue fiel al Español. Él es la auténtica cantera del club blanquiazul, que gasta alrededor de 35 millones en mantener equipos inferiores que juegan en campos prestados.Los hechos han demostrado que el lema "Yo, cantera" fue un pequeño invento. Ahora parece que la política deportiva va a variar tras el acuerdo con L'Hospitalet, convertido en equipo filial. Por fin el Español tendrá un campo donde poder entrenarse sin tener que peregrinar por los alrededores de Barcelona.

Xabier Azkargorta, como cualquier otro técnico éspañol, deberá estar pendiente de los resultados para mantenerse en el cargo al que tuvo acceso siendo un completo desconocido. Azkargorta tuvo problemas la pagada temporada. El equipo no daba una a derechas y se mantuvo durante cierto tiempo en la lucha por la permanencia. Al final incluso luchó en la Copa de la Liga para conseguir un puesto en la Copa de la UEFA.

Cuestionado por algunos sectores, de la directiva, la mano salvadora de Baró mantuvo a Azkargorta, que sigue un año más y quizá a la espera de que vuelvan a caer sobre él aquellas críticas que lo situaban como un hombre más preocupado por su imagen que por su trabajo.

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