Dos desalojos y falta de coordinación en la urbanización Molino de la Hoz

Más de 100 familias residentes en la urbanización Molino de la Hoz, situada en el kilómetro 25 de la carretera de La Coruña, en el término municipal de Galapagar, desalojaron sus viviendas en dos acasiones -en la madrugada del sábado y al mediodía del domingo- con motivo del incendio que se originó en Galapagar en la tarde del sábado y que se extendió hasta la carretera de El Escorial-Las Rozas, según manifestaron ayer personas afectadas.Sin embargo, un portavoz de la comunidad autónoma reiteró ayer que "pese al estado de alerta no ha sido desalojada ninguna urbanización de la sierra madrileña" (ver El PAIS de ayer).

Los vecinos de la urbanización Molino de la Hoz, que se refugiaron en la madrugada del domingo en las urbanizaciones del Golf y de Las Matas, pudieron volver a sus domicilios pasadas las tres de la madrugada, aunque, según manifestó la misma fuente, la Guardia Civil, que había aconsejado el desalojo, les había prevenido para que estuvieran alerta porque existía la posibilidad de que el incendio se reavivase.

Algunas personas no regresaron a sus domicilios ante el temor de que el fuego no estuviera extinguido del todo.

Al mediodía del domingo los residentes en la urbanización abandonaron nuevamente sus viviendas ante la aparición de nuevos focos de fuego.

La misma fuente precisó que en las tareas de extinción del incendio, que devastó unas 1.900 hectareas, existió una "caótica coordinación entre los mandos de las fuerzas destacadas -bomberos, Guardia Civil, Protección Civil, soldados, guardas rurales y espectadores- en el lugar del suceso".

Al parecer, el desconcierto se originó al dudar sobre quién debía tomar el mando.