La banca deberá modificar su dimensión y rentabilidad para afrontar el ingreso en la CEE
ENVIADO ESPECIALEl sistema financiero español no tendrá graves problemas de adaptación a la Comunidad Económica Europea, al gozar de un período .transitorio de siete años, aunque deberá modificar de manera importante su rentabilidad y dimensión si quiere hacer frente al reto que supone el Mercado Común, señaló Rafael Martínez Cortiña, consejero delegado del Banco Zaragozano, en la clausura del curso sobre la banca en la CEE celebrado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
Para Martínez Cortiña, los siete años de período transitorio es tiempo más que suficiente para que en 1993 la competencia de la banca nacional esté en línea con la de los bancos europeos. La dimensión de la banca nacional, midiéndola por cualquiera de las relaciones normales, es bastante más pequeña que la de los bancos europeos.
Esta pequeña dimensión, que puede valer para la economía española, no sirve para un mercado que se amplía hasta los 300 millones de habitantes de la CEE. La cuenta de pérdidas y ganancias de la banca española arroja una rentabilidad media inferior a la de los bancos europeos, consecuencia de que los bancos nacionales tienen un margen financiero más elevado, pero al tiempo mantienen unos costes generales por encima de la media en relación a los recursos totales empleados en la actividad financiera.
Crisis financiera
El alto margen financiero alcanzado por la banca nacional ha permitido una fuerte política de provisiones para dudosos y fallidos -por encima de la media europea y en línea con países como la República Federal de Alemania-, paliando de esta forma una parte de la crisis financiera española, que ha sido la más importante de toda Europa y que ha provocado un proceso de concentración bancaria que no se había dado antes.
La banca española, según Martínez Cortiña, se enfrenta a la necesidad de aumentar su rentabilidad y su tamaño, pero para ello debe definir claramente su política de personal y de sucursales. En opinión de Martínez Cortiña, el número de oficinas existentes en España, una por cada 1.500 habitantes, es muy elevada, y en los próximos años se procederá a una reducción de las mismas, procediendo al cierre de aquellas que no son rentables.
La plantilla de trabajadores de banca podría estar sobredimensionada en cifras muy importantes. Al tiempo, la introducción de nuevas tecnologías en la operativa bancaria exige la incorporación de nuevos profesionales. Para Martínez Cortiña, los próximos años serán básicos en la negociación colectiva para hacer frente a la red¡mensión de las plantillas, incidiendo sobre todo en la movilidad geográfica y funcional de los trabajadores y en la decisión política de cierres de sucursales. Así se planteará la concentración bancaria.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.