Se impone el negocio rápido, sin pensar en el mañana
La inercia de las realizaciones de beneficios del jueves pasado se dejó notar aún en la sesión de cierre del ciclo semanal, con lo que la mayoría de las cotizaciones continuó orientándose a la baja. A falta de una presencia firme de las instituciones, que les suelen dar a los mercados cierta estabilidad, la inversión a corto plazo domina los patios de operaciones, sin que, al parecer, a nadie le preocupe lo que pueda suceder dentro de 30 días.La ruptura unilateral de la concertación social, con la serie de problemas que puede acarrear, es más que suficiente para que las grandes carteras se hayan decidido a esperar acontecimientos y hayan cedido el terreno a los amantes de las distancias cortas, que tradicionalmente buscan hacer su agosto sin ningún tipo de tutelajes.
Con este ambiente, no es de extrañar que los descensos en los precios del petróleo y del dólar, objetivamente beneficiosos para nuestra economía, no pasen de ser una simple anécdota que no encuentra cabida en el mucho tiempo libre que ahora queda en los corros. Las expectativas, más o menos favorables, sobre los tipos de interés y la previsible continuidad en la tendencia favorable del índice de precios al consumo (IPC) aparecen como datos a tener en cuenta dentro de tres semanas, cuando -pueda ser conveniente tomar posiciones de cara al retorno de las vacaciones.
Afortunadamente, las partidas vendedoras están hechas a la medida de las circunstancias, al igual que sucede con el dinero, y en pocos casos la presión lleva a los precios a unas pérdidas verdaderamente importantes. Sólo cuando suena alguna alarma, como ayer sucedió con varios valores de los que últimamente han acaparado la atención, las prisas por ser de los primeros en salir llevan a registrar recortes que pueden considerarse de cierta importancia.
También en algunos casos el dinero se muestra dispuesto a dominar la situación, aunque con más prudencia de lo habitual, y hay un pequeño número de valores que están logrando mantener su tendencia alcista.
En general, las bajas fueron cortas y abundaron las repeticiones, sobre todo en dos de los sectores más fuertes del mercado como son comunicaciones y banca, y todo ello en medio de una actividad muy propia de esta estación veraniega. La contratación se mantiene en torno a los 1.000 millones de pesetas, pese a las bajas de las dos últimas sesiones, lo que hace bastante probable que las próximas jornadas puedan tomar un rumbo diferente. Los pagarés, por su parte, continúan centrando la atención de los inversores en las operaciones con pacto de recompra entre ocho y 15 días, habiendo alcanzado ayer este tipo de transacciones los 1.835 millones de pesetas, cifra muy alejada de la que se ofrece a un plazo más amplio o se negocia a vencimiento.
En otro orden de cosas, ayer terminó la ampliación de capital del Banco Herrero. El derecho se cotizó a 1.150 pesetas, con lo que las acciones viejas descuentan este importe, el dividendo satisfecho del día 1, y registran además una baja de 4,52 enteros, cerrando ayer al 599%.
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