Madonna

ha iniciado un juicio contra el productor-director Stephen Jon Lewicki para impedir que aparezca su nombre en una vieja película realizada por éste hace seis años en la que la cantante de rock aparece semidesnuda. A Madonna no le preocupa en absoluto la difusión de su imagen ligera de ropa, ya que a menudo se han disputado sus cotizados desnudos revistas como Playboy y Penthouse. Lo que irrita a Madonna, ahora en la cumbre, es que se conozca su "pobre actuación melodramática". "Aunque haya consentido que utilice mi voz y mi apariencia risica en la película, no he consentido que use mi nombre", explica la cantante, intentando deslindar la frontera entre el nombre y el cuerpo. Madonna acusa a Lewicki de querer aprovecharse de su fama actual, y estima que la película estropearía "la imagen y el aura que he creado sobre mí misma". Lewicki pretende comercializar en cintas de vídeo el filme, un porno típico, aunque asegura que sólo es una película sexy en la que "Madonna no es precisamente una santa".