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Absueltos por falta de pruebas todos los acusados de la matanza de Milán

Juan Arias

Los neofascistas Franco Fredda y Giovanni Ventura, el extremista de derecha infiltrado en la policía Mario Merlino y el bailarín anarquista Pietro Valpreda, acusados de la autoría del atentado de la plaza Fontana de Milán, el 12 de diciembre de 1969, que ocasionó 16 muertos y 60 heridos, fueron absueltos ayer por insuficiencia de pruebas por el tribunal de segunda instancia de Bari, en el sur de Italia, tras 83 sesiones y 52 horas de juicio.

En realidad, se trata de la tercera sentencia de un tribunal sobre el tristemente célebre caso de la plaza Fontana, que constituyó el primer eslabón de la llamada estrategia de la tensión. La sentencia de segunda instancia se produjo en Catanzaro (Calabria) el 20 de marzo de 1981. En aquella ocasión, todos los acusados fueron absueltos por insuficiencia de pruebas, pese a que el fiscal había pedido cuatro cadenas perpetuas.El Tribunal Supremo anuló la sentencia, que había resultado escandalosa para la opinión pública, ya que durante el proceso se habían producido diversos atentados considerados intimidatorios para los jueces, y exigió un nuevo proceso.

La opinión pública esperaba ayer que esta sentencia definitiva, tras 16 años de misterios acerca del primer gran atentado terrorista en Italia, iba a esclarecer las cosas para siempre. Por eso ayer toda la Prensa daba por hecho que el resultado iba a ser la absolución para Valpreda, "por no haber cometido el delito", y la cadena perpetua para los tres neofascistas responsables del atentado.

De ese modo hubiese quedado claro que la matanza de la plaza Fontana había sido un acto de violencia fascista que los servicios secretos de entonces habían intentado descargar sobre la izquierda acusando del atentado a Valpreda. Pero la sorpresa ha sido que el tribunal de Bari se ha limitado a corroborar la anterior sentencia de Catanzaro, anulada por el Tribunal Supremo, absolviendo de nuevo a todos los acusados del atentado.

La noticia ha coincidido con la víspera del quinto aniversario del atentado de la estación de Bolonia, el 2 de agosto de 1980, en el que perecieron 82 personas y más de 100 resultaron heridas. A cinco años de distancia, no existe ninguna certeza judicial sobre los verdaderos responsables de aquel gravísimo atentado, aunque la opinión general es que se trató también de una bomba fascista y que los responsables fueron cubiertos por los servicios secretos paralelos del general Pietro Musumeci, actualmente encarcelado y que acaba de ser condenado a nueve años de cárcel.

La ciudad de Bolonia guardará hoy un minuto de silencio a la hora exacta en que hace cinco años se produjo el atentado de la estación. Además, las autoridades de la ciudad y los familiares de las víctimas han organizado varias manifestaciones para pedir que se haga justicia.

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