Los dos ingenieros de CASA esperan volver pronto de Zimbabue

Los ingenieros de la empresa Construcciones Aeronáuticas, SA (CASA) Jesús Martínez y Pedro Maten, que permanecieron detenidos siete días en Zimbabue, continuaban ayer en aquel país, acompañados de sus esposas, y confían en volver pronto a España. Los dos técnicos tendrán que permanecer allí hasta que el juez dé por concluidas las investigaciones en relación con la muerte del embajador español, José Luis Blanco, que fue encontrado estrangulado el 22 de julio en la capital, Harare. Rafael Pastor Ridruejo, director de Asuntos Consulares, consiguió la custodia de los dos técnicos el pasado día 30, bajo el compromiso de que no abandonarían el país.

Las esposas de ambos ingenieros, María Teresa de la Peña y Carmen Velasco, llegaron hace dos días a Zimbabue para acompañar a sus maridos hasta que puedan regresar a España. Los dos técnicos españoles gozan de libertad absoluta para moverse por Zimbabue. "Desde que nuestras mujeres están aquí, hemos recorrido Harare; anoche cenamos los cuatro en un restaurante de la capital con gente de la embajada, y ahora mismo estamos comiendo en el jardín de la residencia", afirmaron en conversación telefónica con este periódico. Los dos ingenieros de CASA se mostraron optimistas en cuanto a la fecha en la que regresarán a España, aunque todavía no podían precisarla.Pedro Mateu afirmó desconocer si hasta la fecha se había efectuado otra detención en relación con el asesinato. También explicó: "Aunque es nuestra primera experiencia en la cárcel, creo que hemos recibido un trato privilegiado y amigable" y añadió que en ningún momento tuvieron miedo, ya que estaban continuamente en contacto con el personal de la embajada que les, mantenía informados sobre las gestiones para su liberación

Los únicos que cenaron

Jesús Martínez desmintió la posibilidad apuntada hace unos días sobre la presencia de más personas en la cena mantenida con José Luis Blanco Briones, y dijo: "Las únicas personas que cenamos con el embajador el día 21 fuimos Pedro y yo, y no notamos nada anormal en su comportamiento". El embajador era, según Jesús Martínez, "ún hombre cordial, alegre y simpático". Mateu, hablando de su detención, manifestó que tanto la empresa para la que trabajan como el personal de la embajada se habían volcado "de una manera increíble".

Los dos técnicos de CASA añadieron que se encuentran perfectamente. "Y mucho mejor desde que nuestras mujeres están aquí", dijeron. También explicaron que esperan regresar lo antes posible a España y pasar sus vacaciones en la costa mediterránea como otros años. Pedro Mateu y Jesús Martínez han hablado ya con el resto de su familia en España.

Pedro Mateu agradeció a los medios de comunicación el interés y el tratamiento que habían dado a la noticia, y ambos técnicos se mostraron complacidos por las gestiones realizadas tanto por Pastor Ridruejo como por la empresa. Jesús Martínez comentó divertido: "No sabíamos que la empresa nos apreciara tanto. Casi ha valido la pena para saber lo que nos aprecian".

La mañana en que fueron detenidos por la policía zimbabua en su hotel estaban con las maletas preparadas para desplazarse a Johanesburgo y desde allí a España. El motivo que alegó el juez para efectuar la retención fue tratar de reconstruir los hechos, y los dos técnicos de CASA eran las últimas personas que vieron con vida al embajador. En ningún momento se realizó acusación formal alguna contra Jesús Martínez y Pedro Mateu. Pero la situación, que hasta entonces, parecía normal, se agravó al prolongarse las 48 horas de detención establecidas por las leyes de Zimbabue. Para acelerar las gestiones de la liberación llegó a Harare el director de Asuntos Consulares, Rafael Pastor Ridruejo, y la empresa contrató a un abogado del país para atender a los dos trabajadores.

El trabajo que realizan para CASA los dos ingenieros es de posventa: atender las reparaciones y suministrar accesorios de los aviones que la empresa vende en el extranjero. Los dos trabajadores llevan en la empresa desde que finalizaron sus estudios universitarios. Según el portavoz de CASA, José Luis Sanmillán, "pasan la mayor parte del año viajando". Sanmillán añadió que era normal que los trabajadores que se desplazaban al país africano visitaran al embajador.