Una campaña sin víctimas
Un comunicado de ETA Militar anunciaba el 26 de abril el inicio de una campaña de sabotaje contra intereses económicos en la zona turística mediterránea. La mayoría de los artefactos colocados por ETA en las playas levantinas eran de escasa potencia y no provocaron víctimas.A primeros del mes de mayo se registró la primera oleada de atentados con bombas en el litoral valenciano, especialmente en la provincia de Alicante.
El día 1 estallaron dos artefactos, uno en una playa de Benidorm y el otro delante del hotel Sidi Saler, en Valencia, ambos de escasa potencia y sin daños personales.
Dos días más tarde, dos nuevas bombas estallaron en playas de Alicante, y el día 4, la policía desactivó tres bombas de las cinco que habían sido anunciadas por ETA Militar, situadas en el parador nacional de Jávea, en el hotel Meliá de Alicante, en el hotel Montíboli de Villajoyosa. Al día siguiente estalló una nueva bomba en la costa alicantina, cerca del hotel La Zenia, en Torrevieja.
La segunda oleada de atentados se inició el 8 de junio con la explosión de un artefacto de escasa potencia en la playa de El Saler, de Valencia, y continuó el día 10 al estallar otra bomba en el puerto deportivo Campomanes, en Altea (Alicante).
La tercera oleada terrorista de la organización ETA Militar comenzó el 6 de julio en Benidorm, con la explosión de una bomba de escasa potencia, tras una búsqueda infructuosa por la policía, que había acordonado la zona. Un día después, en Jávea, se produjo el estallido de un artefacto frente al puerto.
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