El Papa denuncia el incumplintiento de algunos acuerdos
El papa Juan Pablo II manifestó ayer que numerosas esperanzas nacidas del Acta Final de la Conferencía de Seguridad y Cooperacíón en Europa (CSCE), sobre todo en lo que respecta a los derechos humanos, no han sido concretadas 10 años más tarde."Es cierto que, al menos en un primer momento, hubo algunos resultados, pero quedan todavía -particularmente en el terreno de los derechos humanos- algunas esperanzas cuya realización es deseable y posible. No se puede ocultar que hay gente que se siente decepcionada", dijo el Papa en su audiencia semanal en la plaza de San Pedro.
"Si hay buena voluntad, el proceso iniciado en Helsinki es todavía válido, en la medida en que están vivas las esperanzas que hicieron nacer el Acta Final ( ... ) Que los que tienen la responsabilidad de aplicar las disposiciones del Acta Final y del posterior Documento de Madrid hagan que los deseos de los hombres y las mujeres sean satisfechos". Juan Pablo II no citó los países en los que se desea el respeto de los derechos humanos.
Participación del Vaticano
El Papa recordó los objetivos de Helsinki y evocó la participación del Vaticano en los trabajos de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), especialmente en favor de la libertad de conciencia y la libertad religiosa.El representante de la Santa Sede en Helsinki, el secretario del Consejo para los Asuntos, Públicos, Achille Silvestrini, se refirió a esta cuestión en su discurso de ayer y denunció la situación de los creyentes en los países del bloque del Este.
La sección alemana de la organización Amnistía Internacional ha pedido en una carta dirigida al presidente soviético, Andrei Gromiko, la liberación de 17 miembros de grupos soviéticos de seguimiento de los acuerdos adoptados hace 10 años en Helsinki. Entre ellos se encuentran el matemático Anatoly Charansky y el fisico Yuri Orlov.
En los últimos días han sido detenidos en Moscú otros dos miembros de estos grupos, según fuentes cercanas a ellos. Se trata de los pacifistas disidentes Nikolai Jramov y Alexandre Rubtchenko. El primero, se encuentra, presumiblemente, internado en un hospital de Moscú.
Por otra parte, el secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, pidió, con ocasión del 40º aniversario del lanzarniento de la primera bomba atómica, que los Estados poseedores de armas nucleares se esfuercen por lograr un tratado de prohibición de pruebas nucleares.
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