La Reserva Federal aumenta el precio del dinero para limitar el incremento de la masa monetaria

Los mercados financieros de Estados Unidos se encuentran en un proceso de ajuste ante la menor flexibilidad de la autoridad monetaria y el deterioro de las negociaciones en torno al déficit público. A pesar de que la Reserva Federal permitió que la masa monetaria registrase un crecimiento fuera de lo normal, ampliando los márgenes de fluctuación, parece ahora bastante claro que el banco emisor se está echando atrás en esta decisión para acallar las voces de algunos sectores de la comunidad financiera, que han criticado el abandono de la lucha contra la inflación. El hecho es que algunos analistas creen que es una equivocación ignorar el fuerte crecimiento monetario.Por ello, la Reserva Federal tratará, en lo posible, de controlar el excesivo crecimiento para desviar las críticas de estos sectores, informa Shearson Lehman / American Express. Con este fin, el banco emisor ha mantenido la suficiente presión en el sistema bancario como para incrementar la tasa de los fondos federales (interbancario) en 1,2 puntos, que ahora se sitúan en torno al 7,78%. Si estos tipos se mantuvieran algún tiempo, los rendimientos de las obligaciones a medio plazo tenderían a aumentar. De hecho, el mercado de bonos ya está en proceso de ajustarse a las nuevas tasas, lo que quiere decir que las cotizaciones están en franco descenso.

En cuanto al déficit presupuestario, las perspectivas se van deteriorando rápidamente. Incluso si se llega a un acuerdo, el recorte del déficit será menor de lo anticipado.

En el plano macroeconómico, las expectativas son de una mejoría de la economía estadounidense en la segunda mitad del año. Este proceso ya se está reflejando, tal y como se evidencia tras la publicación de los pedidos de bienes de equipo, con un aumento del 1,8% en junio y del 3,3% en mayo. La inflación, por otra parte, continúa siendo muy moderada, como demuestra el incremento de sólo un 0,2%. en el índice de precios al consumo para junio.

En este contexto, el mercado de valores ha conseguido tenazmente otro nuevo récord histórico, al alcanzar el índice Dow Jones la cota 1.360. A pesar de ello, el entusiasmo entre los operadores no es muy alto, ya que hay una casi total falta de especuladores y de expectativas alcistas.

El dólar, por su parte, parece haberse estabilizado en la banda 2,82-2,90 marcos, puesto que con los intereses al alza y con la economía de Estados Unidos mejorando los operadores han adoptado una política más cauta en lo que se refiere a apostar contra el dólar. De todas formas, tampoco hay una postura clara en favor de la divisa norteamericana, ya que si los próximos datos económicos indicaran debilidad, la cotización del dólar continuaría su curso bajista.