La crisis monetaria europea
Una semana de agitación en los mercados de cambios acaba mal. La lira ha sido objeto de tal ola de desconfianza, que las autoridades italianas han debido interrumpir las transacciones sobre su moneda.Una crisis monetaria está, pues, abierta. Una más. ¿Por qué?
Desde que, el 15 de agosto de 1971, el Gobierno americano decidió no volver a fijar el valor del dólar en relación al oro, ya no hay más sistema monetario internacional organizado. Las monedas evolucionan con arreglo a la oferta y la demanda. Las más fuertes dictan su ley. Las más débiles las sufren. Y todo vale para pesar sobre el curso de una moneda: el estado de salud de la economía, pero también los factores técnicos, como los tipos de interés o, más simplemente, las reacciones o anticipaciones políticas. Un mal índice, una pequeña frase o un sondeo de opinión pueden perturbar los mercados. Esta semana, ¿qué ha pasado? Sin que se sepa bien por, qué, el dólar ha remontado brutalmente, después de una baja continua desde hace varios días. Una moneda más débil que las otras, la lira, no ha podido seguir el ascenso de la moneda americana, ha sido dejada de lado, como el cordero enfermo que no puede seguir al rebaño.
Pero para la lira las cosas se complican, pues forma parte del Sistema Monetario Europeo, un sistema imaginado por los países de la CEE para crear entre ellos una zona de estabilidad monetaria.
21 de julio
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