El Comité de Competición piensa archivar la denuncia de Mayoral por falta de pruebas

El Comité de Competición de Fútbol piensa archivar, por falta de pruebas, la denuncia sobre un presunto intentó de soborno que el árbitro madrileño Anastasio Mayoral Cedenilla presentó tras dirigir el Barcelona-Lérida (6-0), partido de vuelta de la pasada Copa del Rey (3-1 en la ida), que se celebró el 27 de noviembre pasado. Mayoral Cedenilla no facilitó las pruebas necesarias y prefirió informar del asunto al Comité Superior de Disciplina Deportiva, que, de oficio, puede esclarecer esta denuncia.

El escrito en el que Mayoral Cedenilla denuncia el presunto intento de soborno ya dirigido al presidente de los árbitros, José Plaza. La carta se inicia así :"La presente tiene como objeto poner en su conocimiento una serie de hechos y datos que creo que requieren una investigación para su esclarecimiento y actuación de los organismos competentes".A continuación el árbitro madrileño inicia la narración de los hechos: "El primer indicio lo tuve con fecha 12 de diciembre pasado, momento desde el que he tratado de conseguir la mayor cantidad de pruebas que hicieran factible la investigación".

"Fui designado para dirigir el partido de Copa del Rey Barcelona-Lérida, que se celebró el 27 de noviembre pasado. El día anterior y sobre las 18.00 horas recibí en mi oficina una llamada telefónica del señor Andradas, directivo del Colegio Catalán de Arbitros, que me dijo que quería saber cómo iba a realizar el viaje pues deseaba invitarme a comer, comunicándole yo que, dado que el partido era a las 21.00 horas, había quedado citado con el gerente de una empresa de cristal al cual le compro material, por lo que me resultaba imposible comer con él. Insistió... en vista de lo cual le dije que tendría que asistir con el señor con el que había quedado citado, indicando que me esperaba a las 15.30 en el restaurante Los Navarros".

"Legué a las 15.45 acompañado de mis jueces de línea, así como del señor Figuerola (gerente de la empresa de cristal), comíendo junto con nosotros el señor Andradas y el propietario del restaurante, permaneciendo en el mismo hasta que nos dirigimos al campo. Una vez finalizado el partido, nos acompañó hasta la salida el delegado de campo, seflor Peris, el cual nos preguntó si teníamos reservado algún lugar para cenar, diciéndole que íbamos al mismo lugar en donde habíamos comido e invitándole a que nos acompañara".

"En el transcurso de la cena se personó un señor. Ante su presencia se levantó el señor Andradas. Tras hablar con él, nos pidió que le disculparamos un momento, marchándose por espacio de unos 45 minutos".

"Con fecha 2 de diciembre, sobre las 19.00 horas, recibí una llamada telefónica en mi domicilio de una persona que se identificó corno señor Pallés, el cual ten,ía mucho interés en hablar conmigo, ofreciéndose a viajar a Madrid en la fecha que yo le indicara. Le respondí que esa sema

1.500.000 pesetas

"A lo largo de la semana siguiente me volvió a llamar la mencionada persona, pero no llegué a quedar con él. Con fecha del día 12 quedé citado en el aeropuerto de Barajas con este señor, el cual se presentó como residente en Figueras. Le invité a comer y le rogé me indicara cuál era la razón por la que quería verme, manifestándome que Andradas le había dicho que yo tenía una empresa de estanterías metálicas, la cual marchaba mal". Mayoral confiesa en su relato que a Pallés, según el testimonio de éste, Andradas le había señalado en una entrevista que mantuvieron ambos el día del partido que al árbitro le "vendría bien una inyección de moral". Continuando con el relato de Mayoral, éste asegura que Pallés quedó con Andradas en consultar al Barcelona esa inyeccion, lo que tuvo una respuesta positiva, concretada en 1.500.000 pesetas para el colegiado y 100.000 para Andradas como intermediario.

"En el descanso del partido y en el palco presidencial, el señor Andradas le había pedido a Pallés el dinero para entregármelo en la caseta, negándose él, salvo que bajara él al vestuario, lo cual no fue admitido por Andradas".

En el relato de Mayoral, éste añade que el motivo de Pallés para entrevistarse con él era saber si el árbitro había solicitado esa cantidad: "En caso de ser afirmativo, Pallés estaba dispuesto a volver a Madrid al día siguiente trayéndome el dinero. Le dije que no había solicitado nada, que no tenía una empresa de estanterías y que no quería saber nada del asunto, excepto que esperaba hablar con Andradas para aclarar todo".

"En el mes de enero, y con ocasión del partido Barcelona-Elche, hablé en un aparte con Andradas en la caseta y le comenté lo que me había contado el señor Pallés, negándomelo todo y diciéndome que esto lo iba a aclarar. He mantenido posteriormente diversas conversaciones con el señor Pallés que han servido para conseguir una serie de diversas pruebas".

Este escrito fue remitido por carta certificada a nombre de José Plaza al Comité de Árbitros. José Plaza aseguró que dentro de esa carta sólo había cinco hojas en blanco, el mismo número de que consta el escrito de denuncia. El Comité de Competición actuó entonces de oficio y consiguió una copia de ese escrito. Días después, el pasado 16 de julio, intentó celebrar un careo entre el colegiado y el señor Andradas, a lo que no accedió Mayoral. El árbitro pretende que el careo sea con el señor Pallés, a quien, al no pertenecer a la organización futbolística, no se le puede obligar a ello.

El Comité de Árbitros, mientras tanto, aportó un certificado del propietario del restaurante Los Navarros por el que se asegura que las comidas citadas en la denuncia fueron abonadas por los señores Andradas y Peris, éste. funcionario del Barcelona. Según el reglamento arbitral, los colegiados tienen prohibido aceptar invitaciones de representantes de clubes a los que arbitran.