Presiones vendedoras en Wall Street después de alcanzar un récord histórico en la semana
Cuatro factores han venido impulsando a los mercados -de bonos y de renta variable- a lo largo de los últimos meses: la decidida postura de la Reserva Federal para evitar una recesión económica, las negociaciones en torno al déficit público, la reforma fiscal y el descenso de los precios del petróleo. La pasada semana, sin embargo, algunos de estos factores han sufrido un giro inesperado.Según Shearson Lehman / American-Express, el excesivo crecimiento de los agregados monetarios, especialmente de M1 (efectivo en manos del público), ha puesto en duda las posibilidades de un nuevo recorte de la discount rate (tasa de descuento). Igualmente, la debilidad del dólar, al ser inflacionista, impide a la Reserva Federal, en cierta medida, aplicar una política monetaria más flexible. Al menos, así es como lo ve su presidente, Paul Volcker. Por otra parte las negociaciones en torno al déficit, estancadas desde hace un mes, se han reiniciado, aunque perdiendo momentáneamente un importantísimo pilar, como es el presidente Reagan.
Estas corrientes negativas han causado problemas a los mercados, que han ido perdiendo posiciones en los últimos días de la semana. La Bolsa de Nueva York, después de alcanzar un récord histórico (1.357) el miércoles, sufrió presiones vendedoras el jueves y el viernes. En el mercado de bonos las cosas no iban mejor, registrándose bajas importantes. Sin embargo, estos retrocesos son algo normal en unos mercados que han registrado alzas muy fuertes en los últimos meses. Las realizaciones de beneficios pueden ser moderadas y brindan la oportunidad de establecer nuevas posiciones a precios más bajos. La tendencia de los tipos de interés es a la baja, ya que, a pesar de la ambigüedad de sus declaraciones, Volcker está concentrando su atención en conseguir una recuperación económica, dejando en segundo plano el crecimiento monetario.
El dólar, por su parte, cedió posiciones rápidamente a principios de semana, cayendo su cotización hasta 2,82 marcos. Las razones de esta extrema debilidad residen en el descenso de los tipos de interés en EE UU durante los últimos meses, la debilidad de la economía norteamericana y el peligro que representa el, tremendo déficit público que, de no solucionarse, pondría en peligro el futuro del país.
Por otra parte, la enfermedad del presidente Reagan añadió algo más de nerviosismo entre los operadores. La publicación de las cifras revisadas de crecimiento del producto nacional bruto, que ha quedado en un 1,7%. -frente al 3,1% previsto inicialmente-, no debilitó al dólar aún más, como cabría esperar. Por el contrario, marcó el inicio de una recuperación sorprendente, situándose su cotización al cierre del viernes a 2,88 marcos alemanes.
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