Olazábal, el mejor aficionado

José María Olazábal, 19 años, considerado como la gran promesa del golf español, se apuntó ayer un nuevo triunfo en su carrera como jugador aficionado. Chema, como le llaman sus amigos de San Sebastián, ganó por anticipado el premio al mejor jugador no profesional del Open Británico. Su presencia en la entrega de trofeos que realizará hoy el Royal and Ancient Golf Club, organizador del Open Británico, quedó asegurada tras la eliminación ayer del otro único aficionado que continuaba en juego.

Ha sido un triunfo por fuera de combate, como se diría en medios pugilistas. Olazábal ha demostrado en Sandwich su mayoría de edad para dar el paso al profesionalismo. Él, sin embargo, no se siente seguro de que éste sea el momento idóneo para abandonar el campo aficionado, donde ha ganado todos los títulos posibles. Olazábal duda entre prestar ahora el servicio militar, continuar un año más como aficionado o aceptar el reto que le lanza Severiano Ballesteros cada vez que se lo encuentra en un torneo. Ballesteros es partidario de que juegue cuanto antes con profesionales.

Olazábal, que ha ganado el Open Británico de aficionados en 1984 y el de jugadores menores de 18 años en 1983, recibirá hoy una medalla de plata que premia su esfuerzo en los difíciles terrenos del Royal St. George's. El torneo empezó con un total de siete aficionados. Olazábal ganó su derecho a participar, sin pasar una eliminación previa, por su victoria en el Open de 1984. Con un 72 en la primera jornada y un 76 en la segunda, Chema logró pasar el corte eliminatorio que se llevó a un total de 67 jugadores, entre los que estaban cinco aficionados. En la tercera jornada, el jugador vasco hizo una primera vuelta con 37 golpes, 2 sobre el par; y en la segunda 34, uno bajo par. Sus 221 golpes le permitirán finalizar el Open Británico.