_
_
_
_
_

Empresarios jóvenes, una aventura hacia el futuro

La crisis del 'ejecutivo' anima progresivamente a los nuevos 'master' a iniciar actividades económicas propias

Algo menos del 10% de los 150 jóvenes que el pasado mes de junio se graduaron en el Instituto de Estudios Superiores de la Empresa de Barcelona (IESE) decidieron emprender nuevas aventuras empresariales, tomando como punto de referencia el curso impartido por el profesor Pedro Nueno. Este porcentaje, según algunos profesionales, empieza a ser significativo y creciente en los últimos años y puede responder parcialmente a la llamada crisis del ejecutivo. Las iniciativas en gestación recuerdan poco, en su mayoría, a los negocios tradicionales. En su desarrollo en España, paradójicamente, tendrán un papel relevante jóvenes extranjeros graduados en el IESE que, además de la aventura económica, han elegido también un país de residencia que consideran más acogedor que el propio.

Más información
Autofinanciarse o morir

Richard Jones, joven británico de 28 años, fue contable durante 3 años en Londres, en una empresa multinacional. "Para la mayoría de las personas", explica con la peculiar sonrisa que le caracteriza, "estudiar en el IESE significa poder entrar en el mundo de las multinacionales y de los ejecutivos. Para mí ha significado todo lo contrario: salir de él". Jones y otro joven escocés son, desde este verano, empresarios, después de que su proyecto, al que han llamado Dare Devils y que pretende proporcionar a ejecutivos ingleses "vacaciones con emoción" en España, recibiera luz verde en el curso de nuevas aventuras empresariales, del profesor Nueno.Dare Devils se ha ubicado desde este mismo mes de julio en una casa de vacaciones cerca de I'Escala, en la Costa Brava. Entre las actividades que ofrece a sus clientes, se encuentra el buceo, el ala delta, el paracaidismo, el esquí naútico y otros deportes "emocionantes". Jones y su compañero han contratado a tres personas para que les ayuden en su actividad, además de una cocinera y personal de limpieza. De momento, tienen 9 clientes; han invertido 3 millones de pesetas procedentes de familiares y amigos, como capital social de una sociedad anónima, y piensan residir definitivamente en España.

Los hermanos granadinos Adolfo y Ramón Orti han decidido dedicarse a un singular negocio: la cría de cangrejos de río, especie prácticamente desaparecida en España desde que hizo efecto en estos crustáceos la peste micónica, hace ahora unos 25 años. Las capturas en zonas tradicionalmente cangrejeras se reducen en la actualidad a unos 30.000 kilos anuales, que contrastan con los 470.000 kilogramos del año 1962. Los jóvenes Orti, que también han seguido el curso de nuevas aventuras empresariales, incluido en el programa master del IESE, piensan rehabilitar el cangrejo autóctono mediante la cría de una especie más robusta que pueda poblar los lechos vacíos y atender un consumo que tiende a desaparecer. Cuentan con el apoyo de la Junta de Andalucía. Financieramente, disponen de una inversión de 15 millones de pesetas en 4 o 5 años, que han conseguido de sus propios compañeros de graduación y de algunos empresarios granadinos. Piensan iniciar la comercialización de su producto en 1987 y abastecer el mercado nacional en 1992. Contratarán a un biólogo para el trabajo de laboratorio y a una o dos personas más, a parte del empleo indirecto que puedan crear.

Los deportes están de moda

El noruego Knut Olsen y el norteamericano Eduard Townley son dos jóvenes eminentemente gimnásticos que también han elegido España para dar curso a sus iniciativas empresariales. Forma Moderna es el nombre de la sociedad anónima que han formado para crear un gimnasio de tipo americano, cuyo local ya han arrendado en la calle Juan Sebastián Bach, una zona de Barcelona de alto nivel de vida. Mantener la forma y modelar el cuerpo según el propio deseo de los clientes son las consignas de Forma Moderna. Las obras ya se han iniciado y la inversión total asciende a 25 millones de pesetas, que han obtenido de forma parecida a sus restantes compañeros. El IESE es, en este sentido, un lugar de relaciones no sólo académicas, sino también económicas de un singular interés para los jóvenes que aspiran a ser master.Los deportes son polo de interés también para los futuros negocios del surcoreano Hyun-Mo Kim y del madrileño Andrés Pan. El primero ha decidido instalar un centro de squash en Seúl, en Corea del Sur, e introducir en ese país un deporte de moda en Europa y Estados Unidos. La inversión inicial asciende a 760.000 dólares (unos 130 millones de pesetas), para cuya obtención ha formado sociedad con una multinacional inglesa y otro socio coreano. Kim quiere ganar mucho dinero y se declara mejor jugador en la mesa de negociación que en el campo de juego. Cuenta con el beneplácito del Gobierno de su país, deseoso por desarrollar actividades deportivas antes de los Juegos Asiáticos de 1986 y de los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988.

El paddIe tenis es otro deporte de moda en las capas altas de Madrid. Andrés Pan de Saraluce piensa instalar en Barcelona un club deportivo dedicado a este juego, como primer paso en la introducción de un joven deporte que es, según dice, "íntegramente español". Pan explica que el juego nació en Marbella a principios de los años 70 y se difundió rápidamente por el centro de España. Para Pan, "es inexplicable que este juego apenas se haya introducido en Cataluña". La inversión es de 25 millones, que ha conseguido con la ayuda de un empresario catalán, antiguo alumno del IESE. Pan no residirá en Barcelona, pero desde Madrid piensa dirigir el club deportivo con facilidad, a la vez que instala a "una niña mona" al frente del establecimiento.

El libanés Naji Bejjani quiere hacerse millonario en dos años. Cuenta para ello con una financiación inicial de 15 millones de pesetas y la titularidad de un tercio de las acciones de la sociedad Medimex (Middle-East Import Export). La empresa de comercio internacional será fundada en Líbano a principios de septiembre, conjuntamente con dos hombres de negocios españoles y una empresa de comercio. Bejjani relata con un cierto tono ya de hombre rico que la banca libanesa es tan solvente como la suiza y que a las finanzas de los jeques árabes no les afecta la sangre cotidiana de Beirut, ni los problemas de los campamentos palestinos. Bejjani piensa exportar productos textiles y de alta tecnología de España a los países árabes. Afirma que la alta tecnología española no tiene mucho que envidiar a la de otros países europeos y que los productos textiles españoles hacen furor en el comercio árabe.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_