Tola y el jurado

Rejones de castigo bien merece Vicente Molina por su artículo Juicio salomónico, del 27 de junio, al criticar injustificadamente, con baladíes argumentos, a Fernando García Tola por el último programa de Si yo fuera presidente, sobre el jurado. Tola, renunciando evidentemente a la comodidad de presentar otro tema más facilón y bullanguero -como le hubiera gustado a Molina-, optó por acercar por primera vez al telespectador (¡que también es ciudadano!) un ejemplo práctico, bastante aproximado a la realidad, de lo que será su próxima participación en los tribunales penales españoles.La experiencia ha sido altamente positivá. Por un lado, TVE fue vehículo idóneo para la difusión multitudinaria de un tema constitucional tratado con seriedad. Por otro, quedó patente que los ciudadanos, reunidos solos, sin tutela alguna por parte de expertos en derecho, saben organizarse, trabajar y deliberar en equipo en absoluto plano de igualdad y utilizando para ello los recursos de la lógica y de sus propias vivencias. Quien haya visto el programa no abrigará la menor duda de que lo mejor del mismo fue precisamente la deliberación de los ocho jurados, quienes echaron en falta mayor profundización en el tratamiento del asunto por parte del fiscal, viéndose, por tanto, obligados a absolver en conciencia por falta de pruebas, al aplicar correctamente el principio de presunción de inocencia.-

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