Kinnock culpa a la izquierda de su partido del fracaso laborista
Neil Kinnock y la dirección del Partido Laborista están convencidos de que las declaraciones hechas el pasado fin de semana por el presidente del sindicato minero, Arthur Scargill, y el dirigente de la izquierda radical Tony Benn le costaron al partido la pérdida del escaño de Brecon y Radnor, donde el candidato de la alianza de liberales y socialdemócratas obtuvo la victoria con sólo una mayoría de 559 votos sobre el laborista.
El líder de la oposición, Neil Kinnock, y el vicelíder, Roy Hattersley, han expresado su opinión de que muchos electores que tenían intención de votar laborista cambiaron de opinión a última hora como consecuencia de las declara ciones de Scargill y Benn. Ambos dirigentes del ala radical del partido pidieron durante la semana una amnistía general para los obreros despedidos durante la huelga del carbón, amnistía que debería extenderse hasta incluir a los condenados por los tribunales.Benn presentó un proyecto de ley en este sentido en la Cámara de los Comunes, proyecto de ley que ni siquiera se ha discutido, y Scargill aprovechó la celebración de la conferencia anual del sindicato minero en Sheffield para pedir que un próximo Gobierno laborista volviese a instalar a todos los mineros despedidos en sus puestos de trabajo.
La opinión de la dirección del partido ha sido expresada con claridad meridiana por el coordinador de la campaña electoral laborista en la elección parcial de Brecon y Radnor, Allan Roberts, con una sola frase: "Es hora de que algunos miembros del Partido Laborista aprendan a mantener la boca cerrada".
'Rostro amable'
La opinión de Allan Roberts es compartida por varios diputados del partido que realizaron una visita al distrito electoral al día siguiente de las elecciones. Lo que se ha dado en llamar el factor Scargill, que ha ahuyentado a varios votantes laboristas con dirección a la Alianza, puede resucitar las fricciones entre el ala radical del laborismo y la actual dirección del partido.Los candidatos de la alianza y del Partido Conservador aprovecharon inmediatamente las declaraciones de Benn y Scargill para decir que Kinnock está tratando de presentar un rostro amable del partido que no se corresponde con la realidad.
El lunes, un destacado miembro del ala radical, Eric Heffer, manifestó que le entristecía que "algunos miembros destacados del laborismo" echasen la culpa de la derrota en Brecon y, Radnor a Scargill y Benn, y añadió que esperaba que no se iniciase una serie de ataques contra la izquierda laborista.
La recuperación del laborismo en esta elección parcial y en las encuestas a escala nacional es producto, además del desgaste de la política conservadora, de la labor personal de Kinnock, convencido de que, si el laborismo no retoma la posición de centro-izquierda tradicional, no tiene ninguna posibilidad de ganar unas elecciones generales.
La abrumadora victoria conservadora de 1983 fue causa directa del programa ofrecido por el Partido Laborista a los electores, considerado en temas de nacionalizaciones y defensa como el más radical presentado por el partido desde los años cincuenta.
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