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Las tribulaciones de coser con el enredado hilo de Ariadna

La bolsa atraviesa una complicada situación que no acaba de cuadrar en los esquemas teóricos de los analistas. El índice general volvió ayer a ganar 23 centésimas, lo que viene a significar que se ha perdido el impulso anterior, aunque desde otra óptica puede suponer que se afianza la orientación alcista. Una vez más, todo será según el color del cristal con que se mire.Las fuertes compras a crédito que se han registrado en las últimas jornadas, en torno a 170 millones de pesetas, no dejan de ser una presión alcista, incluso por el interesado optimismo que derrochan. Así, hay que adoptar una posición de cautela ante las bruscas e injustificadas oscilaciones que ha sufrido el mercado en las sesiones del viernes (-1,20) y lunes (+2,19).

La reciente crisis ministerial no justifica por sí sola todo este vaivén. Sobre todo si, como parece evidente, el nuevo Gobierno camina hacia un mayor apoyo a la inversión. Los analistas consideran que este Gabinete tiene que preparar las próximas elecciones legislativas. La falta de competencia por la izquierda, a cuenta de la división de los comunistas, permite pensar que todos los esfuerzos electorales socialistas se orienten hacia el centro-derecha para evitar que cristalicen los proyectos reformistas e, incluso, para arrancar votos a los desengañados de la oposición conservadora. Todo ello reaviva los rumores sobre un cambio favorable en la tributación de las plusvalías de capital-riesgo.

Descontadas las cuestiones políticas, por consiguiente, quedan los fríos datos económicos. Las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional en favor de mantener la paridad de la peseta antes de la entrada en la CEE no hacen sino poner sobre el tapete esa ya no tan lejana devaluación. El dólar, mientras tanto, está por debajo de la barrera de los tres marcos, lo que favorece a las empresas que tienen deudas en la divisa norteamericana. Junto a ello, el precio del dinero sube de forma constante y el banco emisor volvió a intervenir en el mercado con una subasta de préstamos al 14,313%, lo que supone una subida de 1/16% sobre la fecha precedente. Además, las últimas cifras de coyuntura no presentan buen aspecto. Las ventas de automóviles descendieron un 3,5% en junio respecto a igual mes del año anterior, mientras que el acumulado de los seis primeros meses representa una caída del 3,1%.

Mientras, las ganancias del lunes y la falta de noticias sobre el intercambio de activos recortaron un poco los precios de las eléctricas, al tiempo que Telefónica tuvo que evitar una subida excesiva ante la presencia de casi un millón de títulos a la compra. De todas formas, la nota dominante es la llegada de dinero exterior, quizá avivado por las buenas expectativas que ofrecía el Herald Tribune para la bolsa madrileña, con una prevista subida del 17% al 25% en 1985, frente al 14% de otros mercados europeos.

Como se ve, hay argumentos para todos los gustos aunque no deja de ser positivo que el índice general se haya mantenido dos días por encima de la cota 110, un hecho que puede consolidar la tendencia alcista, aunque las realizaciones amenacen a la vuelta de la esquina. Por otra parte, ayer repartió dividendo el Banco Pastor, entidad que recuperó 1,67 puntos de la derrama.

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