Boyer dimitió porque González rechazó su ultimátum para continuar en el Gobierno

Miguel Boyer formuló exigencias a Felipe González que fueron consideradas "inaceptables" por éste, motivando así su dimisión, de acuerdo con altas fuentes de la Administración. Estos medios opinaron que el ex ministro de Economía planteó la "necesidad" de ocupar una vicepresidencia del Gobierno, "sabiendo que ello creaba problemas legales y formales difíciles de resolver y deseando, en el fondo, abandonar el Ejecutivo". Las mismas fuentes consideraron "escasamente verosímil" la versión de que un enfrentamiento con Alfonso Guerra hubiese sido el detonante del último giro de la crisis.

Problemas de índole personal, que hicieron incluso que el ya ex ministro de Economía y Hacienda hubiera de dormir anoche en casa de unos amigos, al haber abandonado ya el ministerio, donde residía habitualmente, contribuyeron a la decisión de Boyer de presentar su dimisión irrevocable, de acuerdo con estos medios.Fuentes socialistas próximas a Alfonso Guerra insistieron en destacar la "escasa participación" del vicepresidente en el desarrollo de la crisis, si bien admitieron que en algún momento planteó que se debía "poner coto" a las peticiones de Boyer, quien había inclinado el sentido de los cambios totalmente a su favor cuando planteó su dimisión, en la noche del pasado martes.

Los ataques en privado contra Boyer proliferaron ya ayer en medios socialistas, que destacaron el inestable pasado, lleno de dimisiones por sorpresa del ex ministro de Economía. Sin embargo, otros medios insistieron en que Boyer consideró imprescindible reforzar su control sobre el equipo económico, no admitiendo siquiera, por ejemplo, que fuese nombrado ministro de Obras Públicas el que era su secretario de Estado de Comercio, Luis Velasco.

Según estas últimas ftientes, pertenecientes al sector económico, la crisis fue exigida en su inicio por Boyer como factor imprescindible para completar la política de ajuste iniciada en diciembre de 1982; dentro de ello, consideró el acceso a una vicepresidencia como algo fundamental para imponer sus criterios.

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