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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Las víctimas del mar

Ante todo quiero dar mi más sincero pésame en nombre de todos los marinos mercantes a los familiares de las víctimas de los buques Camponavia y Petrogen One y a los del personal de la Refinería de Algeciras, muertos el pasado día 26 de mayo en aquel horrible accidente que en sólo tres minutos los destruyó. Sobre esto se han leído y oído diversas versiones en los medios informativos, poco exactas, que la brevedad exigida a esta carta me impiden aclarar. Es tópico en España, país con tanta costa, el que los asuntos de la mar sean desconocidos para sus habitantes, y también que las noticias sobre desastres navales se den siempre sin asesoramientos profesionales.El día 27 de mayo publicó EL PAIS (entre otras cosas): "Falta de coordinación..."; ignoro cómo lo pudieron interpretar así sus dos redactores en el hospital de La Línea. El día 28 publica usted, entre las palabras del presidente de la Junta de Andalucía: "La catástrofe no tuvo mayores consecuencias gracias a las medidas de seguridad de la refinería"; justas y ciertas, pero incompletas; faltó aludir a las medidas de seguridad en el pantalán de carga, lugar del desastre, donde ninguno vimos cañones de agua a presión, ni espuma ni demás medios al uso, donde ni tan siquiera los coches de bomberos pudieron pasar hasta mucho después, dada la estrechez del muelle y la proximidad del enorme fuego.

Faltó también hablar del Camporrubio, que, cargado con 8.000 toneladas de gasóleo, fue sacado por cuatro tripulantes voluntarios del mismo (entre los que no me incluyo), los cuales, con riesgo de sus propias vidas, tuvieron que cortar con hachas las amarras, poner en marcha el motor principal (que ya habíamos dejado preparado) y a toda máquina, llevando su propio capitán la rueda del timón, lo alejaron de las llamas, tan cercanas, salvando no sólo el buque, sino esos miles de toneladas, que, de haber ardido, hubiesen llenado de horror y fuego toda la bahía de Algeciras, evitando, entre otras cosas (que mejor es no pensar), que el fuego destruyese los muelles de carga y los buques fondeados en bahía. Hoy la refinería dispone así de dos atraques para continuar sacando sus productos.

Sobró decir, en varios medios, que el Camporrubio fuera sacado del fuego por remolcadores, cosa totalmente incierta.

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He vivido varias tragedias de este tipo; la anterior, en el Campoblanco, me dejó bien servido para voluntariedades, pero nunca he leído explicaciones de testigos directos, de marinos;, siempre notas oficiales. Es hora ya, de que la Prensa seaforo abierto para la Marina Mercante y poder entender un poco a los hombres de la mar, conocer sus avatares, sus vidas y también sus muertes.

Quiero dar desde aquí, de corazón, mis más expresivas gracias al patrón del remolcador que aguantó firme cerca del fuego hasta que salió el último de los supervivientes, que se alejaban de una muerte cierta por el único camino libre; también a todos aquellos que sacaron de las aguas personas vivas y muertas y a los habitantes de Puente Mayorga, que dejaron caer flores frescas sobre el lugar bajo el que reposa nuestro entrañable Camponavia-

Maquinista naval jefe, tripulante del Camporrubio.

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