Cossiga, Andreotti y Zacagnini, entre los candidatos de la DC a la sucesión de Pertini

Faltan tres días para que empiece el cónclave del Quirinal, con las primeras votaciones para la elección del nuevo presidente de la República, y todas las combinaciones son aún posibles. La primera que se ha lanzado al juego ha sido la Democracia Cristiana (DC), que reclama abiertamente la presidencia de la República por la ley de la alternancia. La lista de la DC es la siguiente, por orden alfabético: Giulio Andreotti, Emilio Colombo, Francesco Cossiga, Leopoldo Elia, Amintore Fanfani, Arnaldo Forlani, Luigi Scalfaro y Benigno Zacagnini.

Tras un laico, ahora debería llegar un católico, según la DC. Ya ha notificado los nombres de sus candidatos para responder al Partido Socialista, que insiste en que el Quirinal no es el Vaticano, ni la elección del jefe del Estado es un cónclave.

Los citados son los nombres que han salido después de las consultas realizadas por el secretario general de la Democracia Cristiana, Ciriaco de Mita, con los otros partidos. Lo que más ha chocado a De Mita es que todos se han mostrado demasiado de acuerdo con el deseo de su partido de elegir- a un presidente democristiano. Citando a su abuelo, De Mita comentó: "Cuando las cosas muy complicadas parecen sencillas, no se han entendido".

En realidad, los socialistas, punto clave de la elección, han aceptado la propuesta democristiana, pero con dos condiciones, que en realidad la ponen en grave dificultad. En primer lugar, que el candidato democristiano reúna la unanimidad de los consensos de sus partidos, y que se haga para ello una prueba en el Parlamento ya en la primera votación. Sólo después votarían también ellos por dicho candidato.

El PSI quiere un reformista

En segundo lugar, los socialistas exigen que sea un presidente dispuesto, no sólo a ser el garante de la actual Constitución, sino también el promotor de una reforma profunda de las instituciones actuales, que iría desde la de la propia presidencia de la República a la de la ley electoral y la presidencia del Gobierno.Hay además otro punto importante sobre el tapete. Ciriaco De Mita quiere que el nuevo presidente sea elegido por consenso de todas las fuerzas políticas, y posiblemente en la primera votación. "¿Para qué hacer pruebas", ha dicho, "si llegamos ya el lunes a un acuerdo todos los partidos sobre un nombre?".

El problema es que los socialistas no creen que toda la Democracia Cristiana vaya a votar de modo unánime, porque cada grupo sostendrá hasta el final a su candidato.