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La jornada de paro general

Más de 128 detenidos por su actuación en piquetes

La jornada de huelga general convocada ayer por CC OO y otras centrales se desarrolló en las principales ciudades españolas dentro de un clima tenso, con amplia presencia policial en las calles y con continuos Incidentes, algunos de los cuales degeneraron en disturbios y enfrentamientos. La acción de los piquetes, especialmente para intentar paralizar el transporte público, y una serie de actuaciones violentas, como agresiones, cortes del tráfico rodado y roturas de escaparates, dieron lugar a más de 128 detenciones, entre ellas las de destacados dirigentes sindicales de diferentes provincias.

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Dos policías y un obrero resultaron heridos en un enfrentamiento en Molina de Segura, en Murcia, y un convoy del Metro de Madrid fue desalojado por una falsa amenaza de bomba. Un policía nacional fue arrestado en Madrid por realizar disparos al aire, en un incidente con un piquete que, según el Sindicato Profesional de Policía Uniformada (SPPU), había rodeado al agente. Testigos presenciales del hecho manifestaron a este diario que el policía no disparó ante piquetes sino ante un grupo de personas que se encontraba conversando. En Sestao (Vizcaya) fue asaltado un local del PSOE, y en la factoría de Seat en Barcelona fueron agredidos dos sindicalistas de UGT.

Coacciones a trabajadores

Dirigentes de CC OO como Lorenzo Barón, secretario regional de Aragón; Manuel Cámara y José Estrada, secretarios provinciales en Baleares y Tarragona; Alfred Clemente, secretario de la unión local de Barcelona, y Francisco del Campo y Antonio Navarro, del secretariado de Albacete, fueron detenidos por la Policía Nacional y trasladados a dependencias policiales. Clemente fue acusado de atentado con resistencia a la autoridad.La mayoría de los detenidos pertenecían a piquetes que intentaban impedir la apertura de comercios y establecimientos o coaccionar a los trabajadores que no han secundado la huelga. El Ministerio del Interior informó a media tarde de ayer que el número de detenidos ascendía en todo el país a más de 128, la mayoría integrantes de piquetes. Más de la mitad de estos detenidos lo fue en Cataluña.

Parte de los incidentes violentos ocurrieron en los accesos a factorías como Citroën Hispania en Vigo y Fomento de Obras y Construciones (FOCSA) en Barcelona, y a empresas municipales de transportes en Barcelona, Burgos, Madrid y Palma de Mallorca. La Policía Nacional empleó la fuerza en Valladolid para disolver a unos 300 trabajadores de Fasa-Reanult.

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En diversas ciudades españolas fueron arrojados a la calzada objetos de diverso tipo para cortar el tráfico rodado, como ocurrió en Málaga, y en otras fueron pinchadas y rajadas las ruedas de los autobuses, en algunos casos para impedir el traslado de los trabajadores a los centros de producción y en otros para que no pudieran realizar los servicios públicos habituales, como en Madrid, Sevilla, Burgos.

Muchos establecimientos amanecieron con las cerraduras bloqueadas, como varias sucursales bancarias de Valencia y Valladolid. En Vicálvaro (Madrid, una empresa del metal fue desalojada a la fuerza por un piquete encabezado por un abogado de CC OO, pese a la negativa de la dirección y la posición contraria de los trabajadores a la huelga.

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