El cardenal Casaroli y Felipe González expresan sus coincidencias sobre los problemas latinoamericanos
El presidente del Gobierno español, Felipe González, y el veterano diplomático vaticano cardenal Agostino Casaroli conversaron ayer tarde sobre los problemas de Latinoamérica. Según fuentes de la Presidencia del Gobierno español, los puntos de vista que España y el Vaticano mantienen sobre Latinoamérica -subcontinente sobre el que tienen gran influencia- son "bastante coincidentes". Las relaciones entre España y el Vaticano -que González calificó de modélicas- ocuparon un segundo lugar en la entrevista, que duró una hora y cuarto.
El presidente del Gobierno español -que, al igual que Casaroli, salió muy sonriente de la entrevista- calificó de "cordial" su encuentro con el jefe de la diplomacia vaticana. Felipe González manifestó que las relaciones entre Iglesia y Estado en España son muy positivas" y las calificó de modélicas".Según González, no existe ningún tipo de problemas en estas relaciones, como se pudo comprobar ya el pasado mes de octubre después del encuentro que el presidente del Gobierno español mantuvo con el Papa en Zaragoza. Fuentes de la Presidencia del Gobierno español afirmaron anoche que durante el encuentro no se trató sobre el nombramiento de nuevo nuncio vaticano en Madrid, cargo éste que ha quedado vacante después de que el anterior, Antonio Innocenti, fuera nombrado cardenal.
El encuentro González-Casaroli se centró en los problemas iberoamericanos: violencia, deuda externa y desarrollo. Los puntos de vista de ambas partes fueron, según un portavoz español, "bastante coincidentes".
Casaroli fue recibido ayer al mediodía por los Reyes de España en el palacio de la Zarzuela, en donde almorzó con don Juan Carlos y doña Sofía. Por la noche, el ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, le invitó a una cena en el palacio de Viana.
El ministro de Exteriores del Vaticano llegó a España el pasado sábado. Casaroli hizo una primera visita a Barcelona y se dirigió después a Valencia. El domingo viajó a Teruel, en donde ordenó arzobispo de Tamara a Santos Abril.
Este acto de ordenación constituía el motivo principal de la visita de Casaroli a España, que, oficialmente, se califica de privada, a pesar de que, durante ella, ha tomado contacto con los principales representantes del Estado y del Gobierno español.
Contactos "protocolarios"
Antes de iniciar estos contactos, Casaroli los calificó de "protocolarios", aunque admitió que, en ellos, se tratarían las relaciones entre Iglesia y Estado en España, que calificó de "correctas", a pesar de la existencia en el Gobierno de "ideologías tan distantes del espíritu cristiano". Agostino Casaroli, de 70 años de edad, lleva casi las dos terceras partes de su vida -45 años- trabajando en la Secretaría de Estado del Vaticano, donde ha colaborado con los últimos cinco papas.Fue Juan XXIII el primero de ellos que le nombró secretario de Estado, cargo en el que, por última vez, le revalidó Juan Pablo II, el 30 de abril de 1979. Hombre de reputada finura diplomática, Casarofi ha sido especialista en las cuestiones difíciles del Vaticano. El cardenal Casaroli también fue el autor de la política de apertura al Este de Europa y creó un nuevo estilo en las relaciones con el Estado italiano, basadas en la no injerencia.
