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España y el Reino Unido explotarán conjuntamente el aeropuerto de Gibraltar después del verano

FÉLIX BAYÓN Los Gobiernos de Londres y de Madrid ya están de acuerdo en comenzar a explotar conjuntamente el aeropuerto de Gibraltar. Sólo falta determinar una serie de detalles técnicos -que la diplomacia española espera se superen el próximo otoño- para que ambos países comiencen a usar estas instalaciones, construidas por los británicos en el controvertido istmo del Peñón, terreno del que el Reino Unido se apropió el siglo pasado a pesar de no estar incluido en el tratado de Utrecht.

El hecho de que el aeropuerto, de uso militar y civil, esté situado en el istmo, zona que España considera propia, no supone una aceptación de hecho de los límites impuestos por el Reino Unido, según la postura mantenida por la diplomacia española.Mariano Berdejo, director de Asuntos Políticos de Europa del Ministerio español de Asuntos Exteriores, señala que "los británicos no sólo no han planteado nunca la posibilidad de que España renuncie a su reivindicación sobre el istmo a cambio del aeropuerto, sino que España siempre ha hecho en cuantas negociaciones bilaterales se han realizado una reserva formal al respecto que siempre ha sido aceptada por los británicos". En la reciente historia de los contactos hispano-británicos sobre Gibraltar, la propuesta para la explotación conjunta del aeropuerto fue hecha por iniciativa española, si bien en anteriores ocasiones fueron los diplomáticos británicos quienes expusieron la oferta, aunque de modo informal.

Una vez que el aeropuerto comience a ser explotado por españoles y británicos, tendrá una doble salida: una que lo unirá a España y otra a Gibraltar. Como modelo de referencia, los técnicos impusieron el aeropuerto de Basilea (Suiza), que permite desembarcar en Francia o en la Confederación Helvética.

Desde el momento en que el aeropuerto de Gibraltar comience a ser explotado a medias, habrá vuelos desde Madrid, y los pasajeros podrán salir directamente hacia el Campo de Gibraltar o cumplimentar las formalidades aduaneras y policiales españolas y británicas y adentrarse en la Roca. Desde Madrid a Gibraltar volarán alternativamente una compañía británica y otra española.

El acuerdo político de fondo entre las diplomacias de Londres y Madrid ya existe, según fuentes diplomáticas españolas. Ahora sólo falta terminar de interesar a las empresas aéreas en el asunto y solventar algunos detalles, como determinar qué empresas se encargarán de los equipajes y del abastecimiento a los aviones.

Desde que, el pasado 27 de noviembre, Londres y Madrid se pusieron de acuerdo en Bruselas para mantener conversaciones sobre el futuro de Gibraltar -incluyendo en los temas la discutida palabra soberanía- se han celebrado dos reuniones bilaterales sobre cooperación aérea; y se espera otra mas que, en principio, está programada para el comienzo del próximo mes.

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Fusión de intereses

El interés español en cooperar en el funcionamiento del aeropuerto de Gibraltar obedece a los deseos de "abrir una vía de recuperación a la fusión de intereses", según manifestó Mariano Berdejo. De este modo, según afirman diplomáticos españoles, se trata de hacer posible el fenómeno de ósmosis entre las poblaciones de Gibraltar y el Campo, que quedó interrumpido cuando se produjo el cierre de la verja en 1969.

El aeropuerto fue construido por los británicos durante la II Guerra Mundial, detrás de la verja que habían levantado en 1908, cerrando el paso de los españoles a una tierra de nadie que no formaba parte de la cesión hecha por España al Reino Unido por el tratado de Utrecht de 1713.

España nunca ha considerado cedido, sino usurpado, el istmo de Gibraltar, y, según la diplomacia española, las reservas formales manifestadas al respecto alejan cualquier duda que pudiera hacer ver su disposición a cooperar con el funcionamiento de un aeropuerto construido precisamente sobre la franja de tierra en litigio.

Por lo demás, los representantes españoles se muestran optimistas sobre el futuro de las negociaciones en torno a la soberanía, y descartan, en cualquier caso, que éstas comiencen este mismo año.

Durante la visita que el próximo mes de diciembre realizará a Madrid el ministro de Asuntos Exteriores británico, sir Geoffrey Howe, no se espera que se inicie formalmente el proceso negociador, sino que tan sólo Howe dé una respuesta a las iniciativas de su homólogo español, Fernando Morán, tendentes a la futura retrocesión de Gibraltar a España.

La diplomacia española basa su optimismo también en el buen clima que cree observar en los últimos tiempos en las relaciones con el Reino Unido, y resalta el hecho de que la primera ministra, Margaret Thatcher, lamentara, con "gran disgusto", su ausencia en la firma de la adhesión de España a la CEE por tener que estar recibiendo en Londres al presidente mexicano.

En Madrid también se valora la moderación verbal mostrada por Howe durante su reciente visita a Gibraltar.

En esa ocasión, Geoffrey Howe -que ha sido duramente criticado por la Prensa gibraltareña- descartá expresamente la posibilidad de la independencia de Gibraltar, y se ciñó al contenido del tratado de Utrecht, que prevé que, en el caso de que la Corona británica se retire de la Roca, la soberanía de ésta se reintegre a la Corona española.

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