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Orden regional y orden internacional: la perspectiva mexicana

La gira del presidente de México a cinco países europeos es un exponente de la activa política exterior mexicana, especialmente orientada hacia la cooperación y la solidaridad internacional. En esta política, según el autor de este artículo, ocupan un lugar destacado las relaciones bilaterales con España, por las afinidades de muy diversas clases que mantiene con México.

La agudización de los conflictos regionales, las tensiones entre las grandes potencias y los efectos de la crisis económica amenazan hoy con romper un precario orden internacional, profundizando los desequilibrios de un sistema que no favorece el desarrollo de la mayoría de las naciones. Ante tal situación, México aboga por fortalecer a nivel internacional un diálogo político y por impulsar acciones conjuntas para que imperen la cooperación y el respeto a las normas de convivencia entre los Estados.México está empeñado en continuar avanzando en su proceso de reordenación económica y de combate a la crisis. Se trata de un esfuerzo nacional para resolver problemas que se originan en insuficiencias propias, algunas seculares. Pero sabemos también que un entorno mundial favorable puede impulsar nuestros programas y acciones de desarrollo. De ahí que México mantenga una activa política exterior, que a la vez atiende a los intereses nacionales y a propósitos de cooperación y solidaridad internacionales.

De la Madrid, en Europa

En tal contexto hay que comprender la gira del presidente De la Madrid por cinco países europeos -España, Reino Unido, Bélgica, República Federal de Alemania y Francia- que destacan en el acontecer político mundial, cuyo potencial de desarrollo es significativo y con los que México ha mantenido tradicionalmente fructíferos vínculos. El hecho de que esa gira se haya iniciado en España no es casual: responde a la decisión de subrayar la importancia que México concede a este país, al que lo unen historia y cultura y, hoy día, afinidades políticas y una rica capacidad de cornplementación económica.

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.Europa occidental ocupa un lugar relevante en la estrategia de acción política y de diversificación económica que persigue México. En la actual situación de interdependencia que define la vida de los Estados, somos conscientes de que nuestros intereses nacionales se cumplirán mejor en un marco de cooperación internacional en el que prevalezcan la tolerancia y la concertación políticas.

La diversificación y fortalecimiento de las relaciones políticas y económicas internacionales es, en este sentido, un capítulo esencial de la acción diplomática de México. Para darle vigencia estamos empeñados en impulsar la cooperación con países que, como España, tienen capacidad y disposición para mantener con nosotros relaciones equitativas y de complementación.

México cuenta con una amplia y madura infraestructura institucional y productiva que se ha alimentado de una larga estabilidad política y social. Al patrimonio valioso que conforman ricos y variados recursos naturales se han sumado el avance educativo y una fuerza laboral capacitada, el fortalecimiento del pluralismo y la participación política.

Asimismo, a lo largo de más de siglóy medio de vida independiente, en México se ha mantenido y enriquecido una tradición de política exterior que se funda en la preservación de nuestra soberanía, al tiempo que proyecta los valores que dan identidad y sustento a la nación. En nuestras relaciones internacionales están siempre presentes la memoria y la visión históricas del país, sus múltiples luchas para preservar la integridad territorial y política y una moralidad política que se traduce en reclamo de equidad y de respeto al derecho en favor de intereses propios y ajenos.

Es así que se explica el activo compromiso de México con el diálogo y la concertación internacionales. De ahí también sus numerosos esfuerzos e iniciativas en materias como el desarme, la cooperación internacional para el desarrollo, la colaboración económica regional y la paz en Centroamérica, entre otros. Para la diplomacia, mexicana América Latina constituye un escenario prioritario. Todo ello, unido a los efectos profundos de la crisis económica en los países latinoamericanos y a la agudización de los conflictos en América Central, explica que en los años más recientes México haya destinado imaginación y esfuerzo políticos a la acción regional.

Para América Latina es un contrasentido suponer que las naciones centroamericanas saldrán de la crisis que padecen por la vía de las armas y de la intervención El coste de la guerra y de la inestabilidad prolongada es inestimable, por la pérdida de vidas y la destrucción de recursos e infraestructura económica que implica más aún, la persistencia de los conflictos pudiera crear una seria amenaza para la paz y la estabilidad mundial. Hoy es más evidente que nunca que sólo la negociación y el establecimiento de un marco regional de respeto mutuo y cooperación permitirán superar las discrepancias y avanzar en el camino del desarrollo.

El Grupo de Contadora

Ante los riesgos que entraña el conflicto, México, junto con Colombia, Venezuela y Panamá, reunidos en el Grupo de Contadora, ha tratado de establecer un clima de entendimiento político y, con ello, un acuerdo regional de paz. Hoy nos encontramos en lo que se supone un esfuerzo final de afinamiento del Acta de Contadora para la Paz y la Cooperación en Centroamérica que, de suscribirse, permitiría un marco de distensión, seguridad, respeto recíproco y apego al derecho de las relaciones entre los Gobiernos de la región.

Frente al presente y ante las generaciones por venir, el diálogo de Manzanillo, de ser reiniciado por los Gobiernos de Estados Unidos y de Nicaragua, es un ejemplo de lo que podría lograrse, por la vía de la negociación directa, para instaurar un sistema de paz y seguridad en Centroamérica. México ha reafirmado su compromiso firme de hacer prevalecer el respeto a los principios de no intervención, libre determinación de los pueblos, solución pacífica de las controversias, prohibición de la amenaza y el uso de la fuerza y cooperación parla el desarrollo como condiciones ineludibles para alcanzar una paz justa y duradera en Centroamérica.

El otro conflicto que amenaza seriamente las expectativas de estabilidad y desarrollo de América Latina es la crisis económica, que adquiere su manifestación externa más dramática con el problema del endeudamiento. Latinoamérica ha experimentado en los años recientes el avance esperanzador de la democracia y una más firme y amplia articulación política.

Esa articulación se extiende en lo interno, pero también a escala regional. Así, la solidaridad y un mecanismo flexible de consulta y concertación ya han rendido frutos destacados en América Latina.

Once países de la región hemos definido, en el marco del llamado Consenso de Cartagena, el conjunto de planteamientos maduros, responsables y seguros alrededor del más presionante de nuestros problemas económicos: la deuda externa.

Hemos convocado a un diálogo político directo entre acreedores y deudores en el que se abordan conjuntamente las cuestiones interrelacionadas de la deuda, el comercio y el financiarniento para el desarrollo dentro de un sistema de responsabilidades compartidas. Sabemos que, de otra manera, la crisis del endeudamiento se agudizará con una peligrosa secuela que habrá de profundizar los ya graves desajustes de la economía mundial.

Las relaciones con España constituyen un capítulo básico de nuestra política exterior. Hoy, tras una fructífera visita de Estado a esta gran nación por el presidente De la Madrid, refrendamos coincidencias y afinidades, reafirmamos vocación común por la democracia y la libertad y proyectarnos un sistema de colaboración aún más firme y ambicioso que mantenga en alto el lugar privilegiado que concedemos a la relación entre México y España.

es secretario de Relaciones Exteriores de México.

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