La reprivatización de las bodegas de Jerez de Rumasa le costará al Estado casi 40.000 millones de pesetas
La reprivatización de las cinco unidades empresariales correspondientes a la antigua división de vinos de Jerez de Rumasa (Fernando A. de Terry, Garvey, Palomino y Vergara, Díez-Mérito y Bodegas Internacionales) le va a suponer al Estado un coste cercano a los 40.000 millones de pesetas en forma de pasivo, que no ha sido asumido por los compradores: Harvey, del grupo Allied Lyons (Terry y Palomino); las cooperativas alemanas Coop AG (Garvey), y Marcos Eguizábal (Díez-Mérito e Internacionales), y que, por tanto, se quedarán en las sentinas del Patrimonio del Estado.
Las cinco unidades empresariales de Jerez citadas figuraban en los cuadernos de venta distribuidos en su día a los potenciales compradores con un endeudamiento cercano, a diciembre del 84, a los 52.550 millones de pesetas, distribuidos entre Terry (10.150 millones); Garvey (11.150); Palomino (7.100), Díez-Mérito (14.200) y Bodegas Internacionales (9.900 millones). El precio total pagado por lo tres compradores por las acciones de las empresas se eleva a 3.600 millones de pesetas, habiendo asumido pasivo por importe de 9.567 millones de pesetas. Sin ser cantidades homogéneas, el montante global de la operación ingresado por el Patrimonio se eleva a 13.169 millones de pesetas.La situación de las empresas desde el punto de vista patrimonial y financiero es ciertamente penosa. En el mismo documento técnico se asignan unos recursos propios (capital y reservas) negativos, a diciembre del 84, de 13.750 millones de pesetas, distribuidos entre Terry (-2.110 millones); Garvey (-4.900); Palomino (-3.500); Díez-Mérito (-2.400) e Internacionales (-850 millones). La cifra de inmovilizado es en Terry de 3.786 millones; 3.300 en Garvey; 1.600 en Palomino; 3.500 en Díez-Mérito y 4.200 en Internacionales.
Situación penosa
La situación que describen estas cifras es la de unas empresas con un patrimonio neto ampliamente negativo como consecuencia de las pérdidas acumuladas durante años, afectadas de un fuerte endeudamiento a consecuencia de las cuantiosas inversiones en inmovilizado acometidas en época en que el sherry había ya entrado en plena crisis, con fuertes gastos financieros.La solución adoptada anteayer por la comisión asesora del Gobierno para la reprivatización de las empresas de Rumasa, a propuesta del broker First Boston, han entrado dentro de la lógica en algunos casos y ha causado sorpresa y sensación en el marco de Jerez en otros. En esta última situación se encuentra la adjudicación de Díez-Mérito y Bodegas Internacionales a la agrupación integrada por el empresario riojano Marcos Eguizábal (75%) y los cuatro administradores actuales de la división de vinos de Jerez (Carlos Barbáchano, administrador general; Amable Álvarez, director financiero; Francisco Borreguero, administración y control, y Alfonso Serrano, producción) que asumen el 25% restante.
Esta agrupación ha pagado 300 millones de pesetas por las acciones, a pagar en tres años, y ha asumido pasivo por 5.400 millones, de una cifra total de 24.100 millones, a diciembre del 84. Marcos Eguizábal se perfila así como la gran estrella de la reprivatización, después de que ya le fueran adjudicadas las bodegas riojanas Lan, Franco-Españolas y Paternina. Marcos Eguizábal ha descrito textualmente la operación de esta forma candorosa: "Cada vez que viajaba a Andalucía, incluso en la pasada feria de Sevilla, me presionaban los de Jerez diciéndome, hombre, todo lo vas a poner en La Rioja, ¿no vas a ser capaz de hacer algo por Andalucía? Así que pusieron una sociedad con cuatro personas más y ahí me han metido".
Para Carlos Barbáchano la operación no tiene ningún arabesco. "Hace tiempo que Eguizábal estaba obsesionado con este negocio y para llevarlo adelante logicamente necesitaba gente. En un momento determinado se dirigió a mí y nos hizo una propuesta. Inmediatamente la comuniqué a mis superiores en Madrid. Y como el Patrimonio conoce la labor que hemos realizado aquí, nuestro talante y lo que hemos hecho en el sector, lo ha visto de forma muy favorable. Entonces llegamos a un acuerdo con Eguizábal, teniendo en cuenta que nosotros no tenemos capital y que nuestras acciones son liberadas".
La sesión de la comisión negociadora del lunes dictaminó además la situación de otras ocho empresas. Se trata de Naviera del Noroeste (Navinor), adjudicada a Ramón Sota y Hermanos; Union de Orfebres, la antigua plata Meneses, a la sociedad Thresold Ibérica SA; el grupo Navarro (el más importante de todo el lote, con una facturación cercana a los 4.000 millones de pesetas), formado por tres empresas fabricantes de equipo eléctrico, ha sido adjudicado al grupo norteamericano en España General Cable; Electrificaciones del Sur, Elesur, ha sido adjudicada a la sociedad Fusel SA, y, finalmente, Hispano Alemana de Módulos Inmobiliarios , Hispamosa, de Coslada, a la firma Carpinterías del Noroeste SA. La comisión decidió también pasar al Consejo de Ministros la patata caliente para la adjudicación de Bodegas Berberana.
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