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La plaza Mayor, escenario de un pase de modelos

Amelia Castilla

Varios cientos de madrileños asistieron la noche del pasado lunes al primer desfile de modelos que se organiza en plena calle. La plaza Mayor sirvió como escenario para el pase de más de 300 diseños realizados por los alumnos de la Escuela de Madrid de Diseño. Manuel Piña, diseñador español ya consagrado, aseguró, tras presenciar la Noche de la Moda, que "de entre la cantera de estos jóvenes que empiezan se encuentra el relevo de los modistas actuales, pero dentro de 10 años".

El local de la Junta Municipal de Centro se convirtió, debido al pase de modelos, en un improvisado camerino. Las ventanillas de cobro estaban cerradas y los despachos de los asistentes sociales sirvieron por unas horas como -improvisados vestuarios de un desfile que contó con un presupuesto de nueve millones de pesetas, conseguidos gracias al Ayuntamiento y Comunidad de Madrid, Ministeriode Comercio e Industria, Institución Ferial de Madrid y diversas firmascomerciales.

Ante las miradas atónitas de los policías municipales; peluqueros,

ayudantes y maquilladoras trabajaban a un ritmo frenético para

arreglar a las 32 modelos profesionales contratadas para la ocasión.

Mientras la Orquesta Pirafla amenizaba el inicio del desfile con sussuaves ritmos saiseros y tropicales, numerosas personas se amon

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tonaban frente a las vallas metálicas que rodeaban un recinto reser

vado sólo para invitados. Entre losespectadores se encontraban la es

posa del ministro del Interior, Esperanza Huélamo; Ramón Herrero -concejal encargado del áreade Cultura-; el actor Fernando Rey y el compositor Felipe Campuzano.

Pasadas las once de la noche, se encendieron los focos y aparecieron, sobre un escenario giratorio las primeras modelos, ataviadas con bañaldores, albornoces y chándales y toda la parafernalia que rodea al ambiente playero, con helados y polos de naranja incluidos. Siguieron los trajes de calle, elaborados en colores marineros y tonos pastel y tierra, y atuendos nocturnos y,de fiesta. Para acabar, bajo las notas de la música de Carmen, las modelos recorrieron la pasarela plateada vestidas de rojo y amarillo y tocadas con abanicos a modo de peineta.

"Quiero triunfar"

'Los aplausos del público no convencieron bastante a algunas de las alumnas de la escuela, que calificaron el comportamiento de los espectadores de "apático y frío". Marina Alonso, una joven de 23 años que ha empezado este año en la escuela, aseguró que en breve se marchará a Italia para completarsus estudios y que su' único deseo es triunfar. Le gustan todos los tejidos naturales y sus colores favoritos son el negro y el azul marino.De la misma opinión era Lisette van de Graaf, una holandesa de 22 años que quiere completar su currículo aprendiendo todas las técnicas de maquillaje y fotografia.

Uno de los mejores diseñadores del nTomento, Manuel Piña, que asistió como espectador al desfile con el pelo rasurado. al estilo monje tibetano, se mostró encantado conel espectáculo. "Cuando v oy a un desfile me gusta todo, me apasionó en seguida y resalto sólo lo bello", aseguró. "Me ha gustado el colorido y algunos diseños, aunque se notaba la falta de medios porque la ropa no estaba bien acabada, pero ni¡ impresión es muy buena porque había estética y belleza en directo% manifestó. Piña se mostró partidario de realizar más jornadas como la Noche de la Moda para- convertir el diseño en algo vivo.

El modisto calificó a los alumnos como el relevo de los diseñadores actuales, "pero dentro de 10 años al menos y haciendo una criba tremenda, pero llegarán lejos porque los veo con unas ganas tremendas de hacer cosas". El modisto, que afirmó haber estudiado en la calle, se mostró partidario de la creación de escuelas de moda, y cuantas más, mejor. Piña -aseguró también que "el diseño industrial se puede aprend,er, pero el alma, el duende o como se quiera llamar, no".

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