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Reportaje:

Washington no negociará reducciones en las bases hasta que se confirme la permanencia en la OTAN

Francisco G. Basterra

El futuro de la presencia militar norteamericana en España es contemplado con tranquilidad en Washington, después de que Felipe González asegurara a Reagan en Madrid que el Gobierno socialista no denunciará el tratado con Estados Unidos, informaron altos funcionarios que asistieron a las entrevistas entre Reagan y Felipe González en Madrid. Washington sólo se ha comprometido a iniciar conversaciones exploratorias sobre una eventual reducción de sus bases en España después de que el Gobierno socialista garantizara que únicamente persigue aprovechar las posibilidades negociadoras del actual convenio de amistad, defensa y cooperación, que expirará en mayo de 1988.

La aceptación de estas discusiones previas se hace por parte americana en el contexto de la permanencia de España en la OTAN. El secretario de Estado, George Shultz, se entrevistará hoy en Lisboa con Fernando Morán en un encuentro que servirá, según fuentes de Washington, para que España explique con más claridad cuál es su posición sobre la eventual reducción de la presencia militar norteamericana en España, cifrada en cuatro bases importantes y 12.500 militares. El principal resultado de la entrevista puede ser el anuncio del comienzo de unas conversaciones diplomáticas para preparar la futura negociación, que podrían comenzar este mismo mes.Todavía no se sabe quiénes serán los participantes en las mismas ni dónde se desarrollarán. El secretario del Pentágono, Caspar Weinberger, ha mostrado su interés por participar en este proceso y tuvo un primer intercambio de puntos de vista el 22 de mayo con el ministro español de Defensa, Narcís Serra, en una reunión de la Alianza celebrada en Bruselas. Serra dijo después de su encuentro con el jefe del Pentágono que "no hay límite de tiempo" para tales discusiones. Un portavoz del Departamento de Estado dijo que hubo un acuerdo sustancial de puntos de vista entre los dos ministros de Defensa.

Estados Unidos sólo está dispuesto, por ahora, a discutir algunos ajustes en su presencia militar y no negociará el cierre de ninguna de sus bases, idea que en principio no acepta, antes de que España confirme definitivamente su integración en la OTAN, dijeron en Washington funcionarios expertos en las relaciones con España. El Gobierno de Madrid desearía abrir negociaciones para una reducción de la presencia militar americana antes del referéndum, para presentar este hecho como un triunfo ante la opinión pública. Una semana antes de la llegada de Reagan a Madrid, el ministro deAsuntos Exteriores, Fernando Morán, afirmó que España denunciaría el convenio de amistad, defensa y cooperación si Washington no negociaba la reducción de su presencia en España antes del referéndum sobre la OTAN, proyectado para los primeros meses de 1986.

González no está en la línea de Papandreu, que ha hablado de echar a los norteamericanos de sus bases en Grecia, dijo a EL PAIS un importante miembro de la Administración Reagan, que estuvo presente en las conversaciones de la Moncloa. "González hizo un esfuerzo consciente en Madrid por no acentuar las diferencias entre los dos países. Y lo hizo con gran madurez", explicó esta fuente. Para la Casa Blanca, el viaje a Madrid ha sido "muy positivo" y ha servido para mejorar las relaciones, con independencia de las manifestaciones antiamericanas, que valora como algo que no afecta a la buena relación básica entre los dos países.

Solución pactada

Fuentes españolas explicaron que sobre las bases sólo cabe una solución pactada, y los americanos saben que ni este Gobierno ni el siguiente les obligarán a salir de España. Todo el ruido provocado en Madrid sobre esta cuestión, que sorprendió aquí, donde se considera "prematuro", ha quedado reducido a un acuerdo para iniciar conversaciones a nivel diplomático para preparar la renegociación del acuerdo bilateral. EE UU quiere que España defina primero cuáles son sus intereses defensivos, su papel estratégico en el marco de la defensa occidental, cómo serán sus relaciones con la OTAN; y como fue España la que primero planteó el tema militares a España a la que corresponde definir su estrategia, dijo un alto funcionario norteamericano.España ni siquiera ha comunicado aún oficialmente su deseo de negociar la reducción de la presencia americana mediante la renegociación del tratado. Aunque se necesitaron dos años para negociar el actual acuerdo bilateral, las negociaciones de verdad suelen producirse el año anterior a la expiración del convenio. Por eso es prácticamente imposible que antes de 19137 pueda hablarse de la apertura de una negociación formal sobre la reducción militar americana. "El calendario del referéndum es algo que decide el Gobierno español, no nosotros", dijo un funcionario norteamericano.

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Comprenden a González

Altos funcionarios americanos dijeron a EL PAIS que la Administración Reagan comprende las dificultades que enfrentan a Felipe González con el referéndum sobre la OTAN, pero esto no significa que Washington esté automáticamente dispuesto a pagar el precio de abandonar alguna base para que España continúe en la Alianza.Para el Pentágono, donde la reducción militar sigue siendo un tabú, las bases son más importantes que nuestra presencia en la OTAN. Esta afirmación no es hecha en el Departamento de Estado o en la Casa Blanca, donde, diplomáticamente, se prefiere no elegir y se afirma que las dos cosas son complementarias.

"Sabemos que existen problemas, pero no hemos vuelto alarmados de Madrid", dijo uno de los participantes en las entrevistas de la Moncloa. "El Gobierno español nos ha dicho que va a hacer el referéndum, aunque conocemos las opiniones que dicen que podría evitarse con unas elecciones legislativas anticipadas", dijo la misma fuente.

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