Referéndum en Italia el próximo 9 de junio sobre la ley de escala móvil de salarios

Casi 50 millones de italianos acudirán el próximo 9 de junio a las urnas con motivo del referéndum promovido por el Partido Comunista de Italia (PCI) para anular el decreto gubernamental del 14 de febrero del año pasado por el que se recortó cuatro puntos la escala móvil de salarios, es decir, la revalorización automática de la nómina conforme al incremento del coste de la vida. Al decreto se le llamó de San Valentín, festividad en la que fue aprobado.Todos los intentos llevados a cabo en las últimas semanas por el Gobierno para evitar el referendum han sido inútiles. Tras los numerosos encuentros del ministro de Trabajo, el socialista Gianni de Michelis, con los sindicatos, los empresarios y los demás ministros económicos, las posiciones parecían ya cercanas a un acuerdo, pero los componentes comunistas del CGIL, el mayor sindicato italiano, rechazaron las propuestas del Gobierno, tras haber visto rechazada, a su vez, una oferta suya.

Los cinco partidos que componen el Gobierno (socialistas, democristianos, socialdemócratas, liberales y republicanos) acuden unidos al referéndum y piden a los electores que voten no tras haber quedado en minoría la propuesta del presidente del Gobierno, el socialista Bettino Craxi, quien, junto con su partido, prefería proponer la abstención.

A favor de la anulación del decreto sobre la escala móvil votarán con un sí el PCI; los seguidores del neofascista Giorgio Almirante (el Movimiento Social Italiano) y la extrema izquierda.

Novena consulta

Ésta será la novena vez que los italianos participan en un referéndum. En las ocho anteriores fueron rechazadas propuestas contrarias al divorcio, al aborto, a la financiación pública de los partidos .. En los referendos convocados para ratificar una ley ya existente, los italianos han votado siempre negativamente. Nunca ha vencido el sí en Italia en una consulta popular.Los que propugnan el no han empezado ya la campaña electoral con fuertes tonos políticos, afirmando que el partido comunista pretende esta vez una revancha del fracaso electoral de las últimas elecciones administrativas. Por su p arte, el PCI, que en el fondo hubiese también preferido no llegar al recurso a las urnas, explica que el referéndum servirá no sólo para que los cuatro puntos cortados a la escala móvil vuelvan al bolsillo de los trabajadores, sino para dar un revolcón a toda la política económica de este Gobierno.

Nuevamente, como hace menos de un mes en las últimas elecciones, el voto se presenta como una pugna entre el partido comunista y el Gobierno de Bettino Craxi.