_
_
_
_
_
Tragedia en la final de la Copa de Europa en Bruselas

La RAI no quiso divertir a una nación en lágrimas

Juan Arias

El locutor del segundo canal de la RAI (televisión estatal italiana), que transmitía el partido en directo, advirtió que sólo por deber profesional iba a transmitir el encuentro, y añadió: "Me van a permitir que no considere el partido como una auténtica final; por eso lo retransmitiré lo más asépticamente posible, sin pasión, ya que se juega sólo por motivos de orden público". Y así lo hizo, incluso en el momento en que Platini marcó el gol.De vez en cuando se interrumpía la transmisión del partido para anunciar que algunos programas de evasión o de variedad se habían anulado por la propia voluntad de los protagonistas que no se sentían con ánimos de divertir a una nación en lágrimas ante tanta sangre absurdamente derramada en un campo de fútbol.

La alegría por la victoria del Juventus en la Copa de Europa no bastó para apagar la rabia y la amargura que invadieron anoche a todos los italianos. El presidente de la República, Sandro Pertini, que siguió el partido por televisión, no quiso en un principio hacer ninguna declaración oficial. Más tarde se limitó a tomar acta de las declaraciones hechas por la primera ministra británica, Margaret Thatcher, y envió al mismo tiempo su expresión de dolor para todas las víctimas de la tragedia.

Por su parte, el presidente del Gobierno italiano, Bettino Craxi, que se hallaba en Moscú en visita oficial, se puso inmediatamente en contacto con las autoridades belgas para demostrar su contrariedad a la decisión de celebrar igualmente la final. Craxi tuvo palabras durísimas de condena por la violencia de la que fueron objeto los aficionados italianos. También el Vaticano mandó un comunicado de dolor recordando cómo el deporte tiene que ser exclusivamente un momento de encuentro y de fraternidad entre los hombres.

Los comentarios de la radio y de la televisión fueron de incredulidad y de estupor. "Éstos nos obligará", se dijo, "a revisar toda la cultura del deporte agonístico; nos obligará a todos a reflexionar a fondo sobre este terrible acontecimiento que deshonra a todos los aficionados del fútbol".

Escenas conmovedoras

Toda Italia estuvo pegada anoche a la televisión o a la radio con la terrible angustia en el cuerpo de no poder saber nada acerca de las posibles víctimas italianas. El locutor de la televisión contaba escenas conmovedoras de jóvenes italianos que llegaban hasta sus cámaras sangrando y pidiendo socorro, y suplicándole que les permitiera decir sus nombres, para tranquilizar a las familias.

A los italianos les gustó la decisión que había tomado en un principio el Juventus de no querer jugar. Se comentó como un gesto de sensibilidad latina". También se puso de relieve que la inmensa mayoría de los aficionados italianos presentes en el campo se habían comportado con gran civismo durante toda la jornada. Al mismo tiempo se comentó que habrá que analizar la creciente patología de los hinchas más extremistas que se sienten como en el deber de luchar por el propio equipo y de defenderlo hasta el martirio.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_