"Aquí te pillo, aquí te mato"

F. JÁUREGUI, Felipe González, a quien apenas se han contabilizado, en sus dos años y medio al frente del poder, tres conferencias de prensa formales, es decir, previamente convocadas y teniendo el palacio de la Moncloa como escenario, es un amante de los contactos-sorpresa con la prensa: los aviones -"territorio español", de acuerdo con la concepción jurídica expresada por el presidente- y los pasillos de las Cortes, donde es casi cotidianamente abordado por los periodistas, son sus terrenos de juego favoritos.

Poco dado, como se ve, a los encuentros premeditados con la Prensa, lo mismo que a las apariciones en TV -la idea de Julio Feo de mantener periódicas charlas junto al fuego, a la manera americana, quedó pronto abandonada-, lo cierto es que el presidente no escatima las ocasiones de encontrarse con los informadores. De manera especial en las últimas semanas, apenas ha pasado día sin que González haya hecho alguna declaración, las más de las veces sobre temas coyunturales, del momento, y sin que en estos encuentros "de pie, aglomerados y en plan aquí te pillo, aquí te mato", según frase de un corresponsal extranjero, se haya podido profundizar sobre cualquier aspecto o pasar revista a la política global del Gobierno.

Por lo demás, el presidente, lo mismo que el vicepresidente Guerra, es poco amigo del empleo del off the record en sus conversaciones con la Prensa, ni siquiera cuando, como ocurrió durante el vuelo Madrid-Estocolmo, hace poco más de una semana, sus declaraciones constituyen lo que él mismo calificó luego como .una reflexión en voz alta". Esta reflexión -señaló que exigirá una participación suficiente de votantes en el próximo referéndum sobre la OTAN para considerarlo moralmente válido- costó al jefe del Gobierno español duras críticas de la oposición y de los expertos legales.