La concentración de entidades y el cierre de oficinas marcará el futuro de la banca

La evolución del sistema financiero en los próximos años pasará por el cierre de un buen número de las oficinas actualmente existentes, la concentración de las entidades de depósitos o al menos la instrumentación de acuerdos de colaboración mutuos, en opinión de Raimundo Ortega, director general del Tesoro y Política Financiera, que inauguró las XII Jornadas de Mercado Monetario, organizadas por Intermoney.

La liberalización del sistema financiero y los problemas fiscales y de todo tipo debidos a las innovaciones que han tenido lugar en los últimos años constituyen los temas de análisis de estas jornadas.Los altos tipos de interés nominales, consecuencia de las elevadas tasas de inflación que ha soportado la economía española y los procesos de modernización e informatización de las operaciones financieras son las dos causas que explican los importantes cambios que se han producido en el sector financiero español en los últimos años, a pesar de que han seguido teniendo en contra importantes presiones para frenar el proceso de liberalización. Raimundo Ortega señaló en su intervención que la elevada reglamentación de la economía española ha impedido un mayor grado de libertad y de transparencia en el sector financiero, que va ganando cotas a pesar de ello de forma relativamente lenta.

En opinión del director general del Tesoro, la excesiva reglamentación ha colocado en peores condiciones de competitividad a las instituciones financieras tradicionales, frente a las que han surgido en los últimos años precisamente para tratar de soslayar esas limitaciones legales. Por ello, en su opinión, las autoridades monetarias ven con buenos ojos que los grupos financieros integren las distintas sociedades.

El proceso de desintermediación financiera, justificado como necesidad de dejar a un lado el cumplimiento de los coeficientes legales, afecta de forma directa a las entidades de depósitos tradicionales, bancos y cajas de ahorro, aunque haya sido auspiciado desde estas misas instituciones a través de la constitución de sociedades filiales.

El problema del déficit

Para Raimundo Ortega los problemas que se oponen a la plena libertad financiera acabarán cuando no exista un nivel de déficit público tan elevado como el actual y en la medida en que desaparezcan los circuitos privilegiados de crédito y, por tanto, el nivel de coeficientes de inversión sea significativamente menor que el actual.La liberalización del sistema financiero afecta sobre todo a bancos y cajas de ahorro porque los costes de los depósitos seguirán aumentando en mayor proporción que los ingresos obtenidos por el empleo de esos recursos. Ello significará una lenta pero inevitable reducción de los márgenes financieros.

Ángel Madroñero, director general del Banco de España, reafirmó la voluntad de la autoridad monetaria por mantener los objetivos fijados para este año como "la mejor contribución que se puede hacer para el reequilibrio de la economía española" y señaló que tras unos primeros meses de descontrol la cantidad de dinero en circulación crecía ya a ritmos muy cercanos a los objetivos.

José Luis Marcaida, director general del Banco de Bilbao, señaló que los intentos de controlar dichas magnitudes mediante la modificación sustancial del coeficiente de caja había dado resultados durante el pasado año, pero que se estaba mostrando claramente insuficiente en 1985 debido sobre todo al crecimiento de los pagarés de empresa sin aval bancario y que quedan fuera de todo control.