El Parlamento indio aprueba un duro proyecto de ley antiterrorista
La Cámara baja del Parlamento indio aprobó ayer, en una votación de viva voz, un proyecto de ley antiterrorista que encontró una fuerte crítica por parte de sectores de la oposición, que la consideraban extremadamente rigurosa. La futura ley, que incluye la pena de muerte para los reos de asesinatos terroristas, el derecho al control telefónico clandestino y juicios secretos, ha sido elaborada principalmente para combatir el extremismo sij.
Fuentes gubernamentales justificaron la dureza de la ley por considerar que la actividad desarrollada por sectores de la comunidad sij constituye una amenaza de la misma envergadura que la que en su día supusieron los sangrientos litigios de India con China o con Pakistán.
Sin embargo, durante las siete horas en las que el proyecto de ley fue debatido, algunos sectores opositores criticaron los amplios poderes que la ley confiere al ejecutivo, sobre todo en materias relativas al control telefónico y los juicios secretos, a la interceptación del correo y a otras prerrogativas. Según la oposición, la ley está abierta a los abusos de poder y puede ser empleada por el Gobierno contra los rivales políticos no terroristas.
La Cámara alta debatirá a partir de hoy el articulado legal propuesto, que se convertira en ley firme una vez que sortee esta estancia parlamentaria. Se espera que así sea, dada la mayoría con la que el Gobierno cuenta allí.
Por otra parte, el proceso de las tres personas involucradas en el asesinato de Indira Gandhi fue aplazado ayer una vez más, por la ausencia de la sala de uno de los abogados defensores de una de las personas procesadas.
En el Estado occidental indio de Gujarat, dos personas murieron y nueve más resultaron heridas en disturbios generalizados, que motivaron la puesta bajo ley marcial indefinida de la ciudad de Virangam. Los manifestantes impugnaban la política seguida por el Gobierno de Nueva Delhi respecto a las castas más bajas.
