Georges Fricaud-Chagnaud
General francés, experto en temas de defensa, no cree que la carrera de armamentos haga aumentar el riesgo de guerra
El general Georges Fricaud-Chagnaud, 62 años, fue designado el 1 de julio de 1983, bajo los auspicios del ministro francés de Defensa, Charles Hernu, presidente de la Fondation pour les Études de Défense National (FEDN), un organismo que ejerce una influencia considerable en la política estratégica de Francia. Desde esa posición privilegiada, Fricaud-Chagnaud, que acaba de visitar España, opina que las autoridades galas todavía no han dicho su última palabra a propósito de la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI) norteamericana.
"No se puede decir que en Bonn hubo una respuesta francesa a la SDI", afirma el general, "ya que ese tema no está en modo alguno inscrito en la agenda de la cumbre. Lo que Francia sí ha hecho es negarse, en principio, a participar de una forma prematura". Dicho esto, Fricaud-Chagnaud expone su posición, crítica y escéptica, frente a la guerra de las galaxias.Sus opiniones tienen el valor de un profesional de las armas, herido de guerra, que ha formado parte de las representaciones de su país ante la Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa (CSCE) y ante el mando de las fuerzas aliadas centroeuropeas. Fricaud-Chagnaud une, además, a una experiencia castrense en Vietnam y África, sus diplomas del Armed Forces Staff College de Estados Unidos y tres años de ejercicio como agregado militar en la Embajada de Francia en Washington.
Lo que parece molestarles especialmente de la SDI norteamericana es el ruido que ha acompañado su presentación ante la opinión pública, el cúmulo de declaraciones contradictorias y noticias manipuladas que persisten en torno al tema.
El general Fricaud-Chagnaud ni siquiera entiende por qué los americanos han querido hacer tanta publicidad sobre un proyecto que constituye "un reto científico que provocará una competencia tecnológica, y a largo plazo, tal vez dentro de 50 años, una competencia armamentista". Se muestra, en cambio, seguro de que "Ronald Reagan no consultó a nadie", ni al Pentágono ni a sus asesores institucionales, cuando en 1983 lanzó su iniciativa. "Nadie me convencerá de lo contrario; aquel discurso fue una verdadera sorpresa", afirma.
Para el militar francés, la SDI puede dividir a Europa y complica ya las negociaciones de Ginebra. A diferencia de Washington, entiende Fricaud-Chagnaud que existe un equilibrio nuclear aproximado entre las superpotencias y que ninguna razón estratégica explica la enorme proliferación de armas. "Creo que esta concentración en los grandes números es bastante natural, ya que durante miles de años se ha pensado en números, y creo que tanto a los americanos como a los soviéticos les interesa que sigamos pensando en esos términos. Ello permite a los rusos infundirnos terror, y no tanto para ocuparnos como para conseguir Gobiernos satélites que adopten decisiones convenientes".
El presidente de la FEDN no cree, por otra parte, que la carrera armamentista incremente el riesgo de guerra: "Pienso más bien lo contrario. Creo que las armas nucleares eran más peligrosas cuando había menos, cuando se pensaba que dos o tres bombas podían resolver un problema, porque entonces la tentación era verosímil. Ahora que se piensa en cientos de bombas y en una destrucción a gran escala, se es mucho más prudente". El general Fricaud-Chagnaud piensa, definitivamente, que el arma nuclear es la mejor garantía existente contra la guerra.
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