Nazis y homosexualidad
En EL PAÍS de 29 de abril pasado leo: "Antiguos deportados agre den a homosexuales que pretendían depositar una corona de flores ante el monumento a las víctimas del nazismo en Besangon, coincidiendo con el 40º aniversario de la liberación de los campos de exterminio nazis". El colectivo de homosexuales de la región solicitó participar en las ceremonias y formar parte del comité organizador, a fin de rendir también homenaje a los homosexuales exterminados, entre 200.000 y 400.000 personas. Se negó a autorizar su presencia, y Jean Petiteau, presidente de la organización más importante de de portados franceses, afirmaba que no comprendía cómo "personas de esas características querían unirse a un acto patriótico", y que no había comparación posible entre los deportados normales (heterosexuales) y los homosexuales, que fueron enviados a los campos por su conducta desviada.
Cuando estas personas, para mí totalmente normales, se disponían a depositar las flores, fueron violentamente agredidas y les pisotearon las flores y corearon: ¡Deberían haberlos exterminado a todos!
Siempre se han lanzado a los cuatro vientos las burradas que hicieron los nazis. ¿No merecerían las mismas comparaciones todos los países que han intervenido en guerras? Porque, señores míos, en las guerras no hay buenos ni malos, todos los bandos matan y cada uno Iucha por lo que cree", y la mayoría de las veces obedeciendo órdenes de unos tarados mentales. No creo que los aliados fueran unas damas de la caridad precisamente. Y hay mucho de nazismo en los incidentes de Besançon, en el racismo made in USA, en Suráfrica ... ; lo hay aquí, en España, con grupos marginados como pueden ser los gitanos, y lo hubo en Vietnam y lo hubo en el derribo del avión coreano por el Ejército soviético y en otras innumerables guerras y acciones, y también lo hay a veces en nuestro comportamiento cotidiano. Pero siempre los malos y los que tienen esas ideas abominables son los del país de al lado o los vecinos de enfrente.
Pienso que allá donde exista violación de los derechos humanos o falta de respeto a los demás hay algo o mucho de nazismo y, por tanto, rechazable. ¿Quién tiene en realidad la conducta desviada, los homosexuales o los agresores? Se ve que estos seres humanos no son personas simplemente porque sienten el amor y el afecto de una forma distinta a la mayoría.
Indudablemente, siguen existiendo los nazis, bajo otras denominaciones o disfrazados de políticos demócratas, pero, en el fondo, con ideas parecidas.-
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