Tres personas más testimonian haber sufrido malos tratos de agentes en Parla

La Asociación Pro Derechos Humanos de España ha iniciado una investigación sobre presuntas irregularidades policiales en Parla al día siguiente de la muerte durante un atraco del policía nacional Miguel Breganciano. Dos jóvenes y una mujer han testimoniado ya haber sido objeto de malos tratos. Esa investigación es independiente de la actuación judicial emprendida respecto de Manuel Rafael Gómez, que a los tres días de su paso por la comisaría de Parla tuvo que ser operado del bazo. Por otra parte, dos jóvenes detenidos en Granada se han confesado autores del atraco que en la noche del pasado 25 de abril costó la vida al agente Breganciano.

Según la reconstrucción de los hechos efectuada hasta el momento por la Asociación Pro Derechos Humanos, el sacerdote Enrique de Castro y los abogados de Manuel Rafael Gómez, al poco de la muerte del agente Miguel Breganciano un numeroso grupo de policías nacionales de Parla vestidos de paisano inició una búsqueda frenética del que consideraban sospechoso número uno del homicidio, Antonio Orihuela Benjumea, alias El Chiqui, uno de los ahora detenidos en Granada.En el transcurso de esta búsqueda, al menos cuatro jóvenes vecinos de esa localidad fueron capturados y permanecieron en comisaría por espacios de tiempo que duraron entre dos horas y un día. Uno de ellos, Manuel Rafael Gómez, fue el que estuvo más tiempo en las dependencias policiales.

A los tres días de su puesta en libertad sin cargos, Manuel Rafael Gómez ingresó en la residencia sanitaria Primero de Octubre con una grave lesión de bazo. Los abogados del joven presentarán en breve una querella criminal por detención ilegal, privación del derecho de asistencia letrada al detenido y malos tratos.

Una vez hecha pública la noticia de la denuncia efectuada por Manuel Rafael Gómez, el sacerdote Enrique de Castro informó, durante la presentación de su libro ¿Hay que colgarlos?, que no sólo Manuel Rafael Gómez había sido objeto de vejaciones en la comisaría de Parla, sino también otros detenidos por el mismo caso. La afirmación del religioso, despertó el interés de la Asociación Pro Derechos Humanos (APDH), que se puso en contacto con los otros presuntos maltratados. Éstos manifestaron sentir temor a posibles represalias policiales.

Sin embargo, la APDH dispone ya del testimonio de dos de esos jóvenes. Uno de ellos afirma que permaneció detenido en comisaría durante varias horas el pasado 26 de abril. Allí, según dice, se le sometió varias veces a reconocimientos por parte de los testigos del atraco al supermercado. Asegura que fue golpeado,sin que le quedaran marcas, y que no contó con asistencia de abogado.

Absoluto silencio

Otro de los jóvenes con los que ha contactado la asociación afirma haber sido detenido en dos ocasiones consecutivas ese mismo día. Su estancia total en comisaría duró unas dos horas. A la salida de la dependencia policial, donde tampoco dice haber contado con un abogado, el joven fue asistido en el ambulatorio de Parla de una herida en la ceja, que precisó de varios puntos de sutura, y de hematomas en la cara y los pies. En el ambulatorio, el joven, que dice que los policías le "recomendaron" absoluto silencio, declaró que las heridas procedían de una pelea con desconocidos.La APDH tiene asimismo el testimonio de la madre de El Chiqui, que afirma que en la misma noche en que se produjo la muerte del policía nacional varios funcionarios penetraron en su domicilio de Parla en busca de su hijo y sin exhibir ningún mandamiento judicial. La señora afirma que cuando abrió la puerta le pusieron una pistola en la sien, y que, parapetados tras ella, los policías registraron minuciosamente la vivienda en busca de El Chiqui.

El sacerdote De Castro se entrevistó el pasado miércoles con Joaquín Ruiz Giménez, Defensor del Pueblo, que fue informado de todos estos hechos.

Por otra parte, los dos jóvenes detenidos en Granada el pasado lunes tras un atraco a una farmacia, donde se apropiaron de 12.000 pesetas y fármacos sustitutivos de la heroína, se han confesado autores del asalto al supermercado de Parla en el que perdió la vida el policía Miguel Breganciano, según informa desde la ciudad andaluza Francisco Terrón. Se trata de Francisco Arenas Tejedor, de 25 años de edad, arias Charli, y Antonio Orihuela Benjumea, alias El Chiqui, de 20 años.

Huida a Algeciras

En el registro de un piso del Camino de Ronda, que los detenidos habían alquilado hacía pocos días, la policía encontró un revólver Astra del calibre 22, al parecer perteneciente al agente muerto en Parla, y una pistola Star de nueve milímetros Parabellum, ambas armas con la numeración borrada. En los interrogatorios policiales, para los que se desplazaron a Granada funcionarios de Parla, los detenidos declararon respecto a la muerte del policía que Francisco Arenas, alias Charli, le golpeó en la cabeza con la pistola, que se disparó accidentalmente, hiriéndole mortalmente. Tras el atraco los jóvenes y la novia de Charli huyeron a Algeciras, desde donde se trasladaron a Málaga y luego a Granada.