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Una delegación del Polisario será escuchada en el Senado de Estados Unidos

Una cualificada delegación del Frente Polisario será escuchada en los próximos días por la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado estadounidense por primera vez desde que estalló el conflicto del Sáhara, hace ocho años.A petición del presidente de la citada comisión, el senador Stephen Solartz, que ya visitó en el pasado los campos del Polisario en Tinduf, el senador Volpe, responsable de cuestiones africanas, recibirá a los representantes del Polisario en el marco de un programa de información al Senado sobre la situación en el norte de África después de la unión libio-marroquí.

La semana pasada, tras la visita del presidente argelino, Chadli Benyedid, a Estados Unidos, una información procedente de Washington según la cual una delegación del Polisario iba a ser recibida en el Departamento de Estado movilizó de inmediato al Gobierno marroquí. El embajador de EE UU en Rabat, Verner Reed, lo desmintió poco más tarde.

La decisión del Senado norteamericano de "escuchar al Frente Polisario", aunque no compromete al Departamento de Estado tendrá sin duda un importante impacto en los medíos oficiales de Rabat. La visita que efectúa a partir de mañana a Argel y Rabat el secretario de Estado adjunto Robert Murphy parece destinada a convencer, en el caso de Marruecos, de que la actitud del Senado no tiene necesariamente por qué ser compartida por la Administración estadounidense.

De todas maneras, desde que el 13 de agosto pasado el rey Hassan II y el coronel Muammar el Gaddafi decidieron unir a sus países, las dos grandes potencias hicieron reevaluación de sus intereses en la región. El rey Hassan II interesó enormemente a los soviéticos con su apreciación de los problemas de seguridad que, según él, planteará la posible permanencia de España en la OTAN. Más tarde, el monarca marroquí ha dado pasos más concretos en dirección a la URSS, y el secretario general del Partido Comunista Marroquí, Ali Yata, presentó la semana pasada en Moscú, en nombre de su rey, una lista de compra de material de guerra que, de ser satisfecha por Moscú, cambiará sensiblemente las potencialidades del Ejército de Tierra de Marruecos.

Aunque nada parece anticipar, por el momento, una respuesta soviética favorable a esa petición, de cuya seriedad los soviéticos parecen dudar por el momento, en los últimos meses se sucedieron delegaciones soviéticas en Rabat, que provocaron en la URSS una apreciación del conflicto del Sáhara más amistosa hacia Marruecos.

Pavel Demtchenko, presidente del sindicato de la prensa soviética, que encabera una delegación de periodistas soviéticos invitada por el sindicato nacional de prensa marroquí, elogió ayer "la unidad marroquí" con respecto al problema del Sáhara, en un reconocimiento de lo que los marroquíes creen que es su principal fuerza argumental con respecto al Sáhara. Asimismo, la URSS ha sido invitada a enviar una delegación de periodistas al Sáhara para "constatar por sí mismos las realidades sobre el terreno".

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El viaje que, como copresidente de la unión libio-marroquí, debía haber efectuado ya a Trípoli el rey Hassan II para poner oficialmente en marcha, junto con Gaddafi, los mecanismos administrativos de la unión, parece ser tomado en Washington y en Moscú, con expectativas diferentes, como una indicación de la solidez y seriedad de la unión libio-marroquí.

El próximo 13 de agosto, aniversario de la unión, se presenta como fecha límite para que el rey Hassan II efectúe su visita a Trípoli sin desairar a Gaddafi.

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